En los últimos años, los estudios de la vacuna contra el VIH avanzaron y ya se realizan pruebas en Fase 3. Mientras algunos toman nota de este importante avance y se preocupan de que la sociedad no esté festejando, los profesionales llaman a ser cautos, aunque reconocen que hay una clara luz de esperanza. 

Argentina es uno de los países en los que participan en el Estudio Mosaico, que busca probar la eficacia de la vacuna contra el HIV. La misma busca estimular el sistema inmunológico para prevenir la infección y "se basa en la combinación de varias proteínas del virus VIH que se agregan genéticamente a un vector viral (el adenovirus 26) que es inofensivo para los humanos, pero que es efectivo para generar inmunidad específica contra el diferentes subtipos de VIH", explican desde la Fundación Huésped. 

Miles de voluntarios en todo el mundo se anotaron para participar en la Fase 3 del estudio que será clave para la aprobación de la vacuna y su posterior comercialización. "Queremos saber si este régimen de vacunas puede proteger a sus participantes contra la infección por VIH. Si Mosaico puede demostrar que el régimen de vacunas del estudio funciona, será un paso muy importante en el camino para encontrar una vacuna segura y eficaz para la prevención del VIH en todo el mundo", indican desde la Fundación. 

Argentina es uno de los 8 países que forman parte del proyecto en el que participan 57 instituciones y al que ya se inscribieron cerca de 3800 personas. Desde la fundación aclaran que al estar elaborada a partir de "un adenovirus con proteínas manipuladas genéticamente para generar anticuerpos" no hay ningún riesgo de que la misma provoque una infección por VIH. 

La vacuna contra el VIH que testea el Estudio Mosaico consiste en 6 inyecciones intramusculares que se colocan en el lapso de un año. El mismo incluye la provisión de vacunas, la atención clínica en Fundación Huésped, los estudios de laboratorio y gastos de transporte. Tiene una duración estipulada de 3 años.

Según el infectólogo Pedro Cahn, el avance del Estudio Mosaico “es una esperanza pero hay que ir de a poco". El infectólogo aclaró que "esta es una vacuna con muy buenos antecedentes ya que en los estudios previos mostró una gran capacidad para generar anticuerpos”. 

Cahn insistió en que es importante tomar consciencia del impacto que las vacunas tuvieron en la humanidad: junto con el agua potable se convirtieron en una herramienta clave para salvar vidas. Además, insistió en que mejor que curar es prevenir y en ese sentido destacó como fundamental el uso del preservativo.

Fuente: MDZ