Diego Lagomarsino, imputado por entregar el arma que causó la muerte de Alberto Nisman, reveló ayer que el fallecido fiscal le mostró hace nueve meses el expediente con la denuncia por encubrimiento en la causa AMIA y que le dijo ‘con esto me llevo puesta a Cristina’.
El técnico informático también admitió que quien lo recomendó para trabajar con el fallecido fiscal fue el ex agente de los Servicios de Inteligencia Carlos ‘El Moro‘ Rodríguez, el mismo que le enseñó a disparar con la Bersa 22, pero remarcó que ‘no sabía que era espía‘.
Sobre su relación con Nisman, Lagomarsino sostuvo que ‘era más que un jefe, pero no eran amigos y puntualizó: ‘Él tenía más confianza en mí, que yo en él‘.
Para ilustrar el nivel de confianza que tenía con el fiscal, el técnico informático contó que a mediados de 2014 hicieron juntos un viaje a Chile, pero expresó: ‘A mí verlo en ropa de gimnasia me daba cierto pudor‘.
Además, Lagomarsino expresó que confiaba y todavía sigue confiando en la exmujer de Nisman, la jueza de San Isidro Sandra Arroyo Salgado, algo en lo que no coincidió su abogado, Maximiliano Rusconi, quien manifestó que no confía nada en la magistrada.
En una extensa entrevista con radio Metro, en la que estuvo acompañado por sus abogados, Lagomarsino señaló que ‘estaba al tanto‘ de la denuncia contra la presidenta Cristina Fernández y otros funcionarios por encubrimiento en la causa AMIA porque se la mostró el propio fiscal hace ‘ocho o nueve meses‘.
‘Ese día vamos camino a la habitación donde tenía las computadoras, abre un armario y saca un expediente y me dice, ’con esto me llevo puesta a Cristina’‘, precisó y afirmó que ‘no‘ participó ‘de ningún desarrollo de la denuncia‘.
El técnico informático también puntualizó que cuando Nisman le mostró la presentación él le preguntó ‘si se iba a meter con la Presidenta‘, a lo que Nisman le respondió enojado: ‘¿Ahora vos también me vas a salir con eso?‘.
En otro pasaje de la entrevista, Lagomarsino contó que el arma que le entregó a Nisman ‘era del año 60, sin mantenimiento, con fallas‘ y admitió que fue Rodríguez quien le enseñó a dispararla, en 2002.
Lagomarsino contó que conoció al exagente por medio de su hermano, que era cliente de él, pero sostuvo que creía que el exagente ‘era un policía de Aeronáutica‘ y no un espía.
Además, remarcó que Rodríguez le enseñó la seguridad de la Bersa calibre 22 y lo acompañó al polígono de tiro para aprender a usarla, no obstante afirmó que después de 2002, 2003 no volvió a usar el arma que finalmente acabaría con la vida de Nisman.
‘Yo no sé nada de armas. Sé de esa arma, pero no sé si sé disparar, fui dos veces a un polígono de tiro‘, precisó. Lagomarsino también insistió en que ‘no‘ conoce al exjefe de contrainteligencia Antonio ‘Jaime‘ Stiuso y expresó que creía que ‘Jaime era el secretario de Transporte‘.
Por otra parte, sostuvo -quebrado y al borde de las lágrimas- que varias veces pensó en quitarse la vida. ‘Al principio estuve muy mal, pero cuando tenés hijos lo pensás varias veces. Pensé mil veces de qué manera hacerlo para que mis órganos sirvan‘ y me dije ’tarado, vas a estar en la heladera un mes’, detalló.
Reveló que luego un amigo lo ayudó en la parte espiritual y ‘un cambio grande adentro mío, me hizo seguir‘.
Consultado sobre el accionar de la querella, Rusconi -el abogado- tomó la palabra y consideró que ‘hay engaños‘ en la postura de Arroyo Salgado, por lo que remarcó que el trabajo de la jueza es ‘vergonzoso‘. ‘Todo lo que no hicimos nosotros para obstaculizar la causa lo hizo la querella‘, sentenció el letrado, quien enfatizó que ‘hasta ahora, la inocencia de Diego gana por goleada‘.

