Las elecciones primarias de agosto próximo se convirtieron en una suerte de ‘filtro‘ de las candidaturas legislativas peronistas de Martín Insaurralde, Sergio Massa y Francisco de Narváez, donde uno de ellos quedaría marginado, casi automáticamente, de la carrera por el triunfo en la provincia de Buenos Aires en octubre.

El fantasma de los diez puntos de ventaja entre Massa e Insaurralde, obligará al kirchnerismo a profundizar sus críticas hacia el ex jefe de Gabinete de Cristina Fernández de Kirchner. Las primeras encuestas que tienen en la Casa Rosada pero también las que mandaron a realizar en la oposición, reflejan esa diferencia entre el intendente de Tigre y el de Lomas de Zamora, y una pelea por el tercer lugar entre Margarita Stolbizer y Francisco de Narváez.

No obstante, en el espacio de estos dos últimos dirigentes consideran que ‘falta mucho‘ y ‘una vez que pase la espuma del anuncio de Massa las cosas se acomodarán‘. No obstante en el kirchnerismo, previendo un escenario adverso, se aferrarían aún más a la figura del gobernador Daniel Scioli, que transcurre una suerte de ‘luna de miel‘ con la Presidenta. En efecto, no es casual que la Legislatura bonaerense aprobara, sin más, un pedido de endeudamiento por casi 2 mil millones de pesos por parte del gobierno bonaerense, para reconstruir el ‘Gran La Plata‘ tras las inundaciones.

Tampoco es casual que acérrimos antisciolistas como Carlos Kunkel se reúnan con el gabinete de Scioli, para coordinar la campaña, como ocurrió días atrás, o que Gabriel Mariotto lo elogie. Hacia adelante, a raíz del regreso al corazón del kirchnerismo, Scioli tendría asegurado el apoyo de intendentes de peso como Fernando Espinoza (La Matanza), Raúl Othacehé (Merlo), Alberto Descalzo (Ituzaingó) o Hugo Curto (Tres de Febrero) si finalmente se lanza a la pelea presidencial. En la Capital, los macristas despliegan confianza. Consideran que las elecciones legislativas mostrarán un crecimiento del espacio, a partir de la mayor presencia en el Congreso de la Nación. No sólo se ilusionan con tener, por primera vez, varios senadores, sino que hacen cuentas y dan por sentado que sumarán a su bloque diputados por provincias grandes como Córdoba y Santa Fe. Eso bastaría para ratificar la aspiración presidencial de Mauricio Macri en el 2015.

Sin embargo el clima de campaña aún no envolvió a los futuros votantes, lo que juega en contra del gobierno nacional por varios factores. En principio, porque tanto en Capital Federal como en territorio bonaerense debe pelear, al menos según los primeros sondeos, desde atrás, para consolidar el voto. Y en segundo término, porque los temas que completan la agenda diaria están relacionados con el precio del pan y el blanqueo de capitales.