Buenos Aires, 30 de agosto.- Según narró Raúl Ríos, propietario del vehículo, se enteró del hecho cuando llegó al predio de Parque Industrial de la ciudad de Neuquén y los guardias le comunicaron la novedad.
Ríos contó que en marzo, después de una cena en la que tomó fernet, condujo hasta el hospital porque se sentía mal. En el camino, se cruzó con un control de rutina. Los oficiales a cargo, al comprobar que no tenía seguro y que superaba el grado de alcohol permitido en sangre, le secuestraron el auto.
“Cuando salí del hospital, después de tres días de internación, fui a buscar el vehículo pero como recién lo había comprado y no tenía la transferencia hecha, no pude sacarlo”, describió Ríos. Sin ese trámite, es imposible retirar un auto de la playa donde permanecen secuestrados.
“Terminé con todo lo que me pidieron este martes y fui a retirarlo. Cuando llegué al predio de Parque Industrial, la Policía me informó esta situación”, contó.
“Ahora no tengo mi auto para trabajar”, criticó y sostuvo además que pagó 3 mil pesos para la transferencia.
Ante la situación, Ríos fue a la comuna y se reunió con el secretario de Coordinación, Marcelo Bermúdez. “Me pidió una semana y me dijeron que el lunes van a tener una respuesta”, mencionó.
El funcionario confirmó que se están haciendo las averiguaciones pertinentes, que se pasaron todos los datos a la compactadora y que mañana tendrán una respuesta concreta sobre el tema.
“La única solución que me pueden dar es que me devuelvan el auto. Ellos me lo secuestraron, pero el auto es mío, lo compré yo, hice todo lo que tenía que hacer para que me lo devuelvan y no lo tengo. Alguien se tiene que hacer cargo de todo esto”, cerró Ríos.