William Vargas González, el joven que fue víctima de torturas perpetradas por penitenciarios en una cárcel de Mendoza, recuperó ayer su libertad, mientras su abogado defensor, Raúl Sánchez, advirtió que habían "otros hechos similares denunciados ante la comisión de Derechos y Garantías del Senado provincial'.

Vargas González, de 19 años, quien pasó un año y dos meses detenido sin sentencia tras ser acusado de tenencia de drogas, dijo ayer estar "muy contento, por reencontrarme con la familia y con ganas de ir a mi casa". "Estuve muy nervioso en estos últimos días porque no sabía nada de mi familia", manifestó el joven.

Por su parte, el defensor de Vargas, Raúl Sánchez, remarcó que "este hecho fue lamentable pero hay otros similares denunciados ante la Comisión de Derechos y Garantías del Senado provincial".

Sánchez señaló que "se ha visto en las filmaciones el trato inhumano que reciben los presos. Salen con un rencor superior al que ingresaron". "La pena es para sociabilizar a la persona y no para que reciban un castigo", sostuvo.

La semana pasada se difundieron por varios medios digitales unas imágenes que conmovieron al país, porque aparecían fuertes golpizas contra internos del penal de San Felipe, en Mendoza. En los videos aparecían puñetazos, patadas y agresiones verbales de policías, mientras se escucha a internos diciendo basta.

El abogado defensor explicó, además, que su cliente había sido recluido en el penal por un delito con condena de tres años, pero cuando había cumplido ocho meses sin sentencia y estaba en condiciones de obtener la libertad condicional fue atacado por los guardias. Sánchez explicó que el beneficio de libertad condicional que se le iba a conceder a su cliente en junio de 2010 fue revocado porque los guardias reportaron incidentes y se le aplicó una sanción. Sin embargo, los videos revelaron que Vargas había sido víctima de una golpiza policial.