La Corte Suprema de Justicia puso freno ayer al poder del Consejo de la Magistratura al limitar un artículo de la nueva ley de subrogancias que dejaba en manos de ese ente la ‘puesta en funcionamiento‘ de nuevos tribunales, y reivindicó para sí la habilitación de juzgados nacionales y federales creados por ley.

Así, la Corte cerró la posibilidad establecida en la nueva ley de subrogancias de que el Consejo pusiera en marcha un juzgado aún cuando no hubiera magistrado designado, colocando allí a un conjuez. Ello ya no podrá ocurrir, pues la Corte decidió que sólo habilitará el funcionamiento de un nuevo juzgado creado por ley cuando esté designado su nuevo titular y reunidas las condiciones mínimas de infraestructura y recursos económicos. La decisión de la Corte es además un implícito mensaje al kirchnerismo gobernante, que domina el quórum en el Consejo de la Magistratura de la Nación.

La nueva ley de subrogancias fue la que le permitió a fines de junio a la mayoría oficialista en el Consejo desplazar al juez Luis Cabral de la Sala I de la Cámara Federal de Casación Penal, un tribunal que debía pronunciarse sobre la inconstitucionalidad o no del Memorándum con Irán por el atentado a la AMIA y que iba a revisar la causa Hotesur, que salpica a la familia presidencial. Precisamente, ante esa remoción hubo ayer una movilización al Palacio de Tribunales.

Los presidentes de las Cámaras Nacionales y Federales de todo el país le plantearon ayer al presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, los problemas operativos que tiene la nueva ley de subrogancias.

Fuentes judiciales informaron a la agencia DyN que los magistrados fueron coincidentes en los problemas diarios que trae el nuevo sistema y Lorenzetti les aconsejó un diálogo con el Consejo de la Magistratura para resolver estas cuestiones.