En diciembre se van a cumplir dos años del acuerdo humanitario por el que Argentina y el Reino Unido le dieron mandato al Comité Internacional de la Cruz Roja para realizar el ADN en 121 tumbas de argentinos muertos en la guerra de 1982 y que estaban sin identificar en el emblemático cementerio de Darwin.

Este martes, el Secretario de Derechos Humanos de la Nación, Claudio Avruj, anunció la identificación del caído número 100. Se trata del teniente primero Rubén Eduardo Marquez, capitán post mortem. Marquez prestó servicios en Malvinas junto a la Compañía de Comandos 602, que estaba al mando del entonces Mayor aldo Rico. Santafecino, Marquez murió a los 29 años, el 30 de mayo de 1982, cuando -estando asignado en la 2.ª Sección de Asalto, al mando del Capitán Tomás Fernández- debió participar de una misión de exploración en el Monte Kent. Cayó por fuego enemigo estando en Bluff Cove Peak junto al Sargento Primero Oscar Humberto Blas, quien también fue identificado por este complejo cruce de datos genéticos familiares en el que participa el Equipo Argentino de Antropología Forense.

Su identificación llevó largo tiempo y sólo se pudo cotejar su ADN con el de sus sobrinos. Lorna Marquez viajó a Malvinas el 26 de marzo de este año en el viaje de los familiares de los 90 identificados.


Lorna es la sobrina de Marquez, y es la que lleva la voz cantante de la familia del capitán Marquez, que no tuvo hijos. Y se fue quebranto a medida que los periodistas le preguntaban por su historia. “El tío nació y murió haciendo lo que quería, defendiendo la patria y su bandera”.

Esta historia es como otras, única. Lorna es hija de uno de los dos hermanos del Capitán Marquez, enterado en Malvinas. Y le prometió a su abuela Elda, mamá del capitán, que iba a llegar hasta el final para ubicar su tumba. Curiosamente la señora Elda había viajado a Malvinas en 1998 con otros familiares y en el hotel donde estuvo un anónimo le dejó un papelito diciéndole que la tumba de Rubén Eduardo podía ser una u otra de dos y que la otra era de Blas. Al final efectivamente las tumbas eran de Blas y Marquez pero Elda no llegó a confirmarlo ahora porque ya está fallecida.

Lorna llegó acompañada este martes por Maria Victoria, otra sobrina de Marquez. Y las dos se llevaron también un anillo de bodas de Marquez que estaba enterrado con el soldado.

Avruj se mostró “feliz por ayudar nuevamente a sanar a las familias” y reveló que en noviembre próximo el Consejo de Derechos Humanos de la ONU llamará a una sesión especial a la que van a invitar familiares de argentinos identificados para que compartan esta experiencia en el pleno sobre proyectos humanitarios tras conflictos bélicos.

Desde marzo a la actualidad se fueron sumando nuevos nombres. Los últimos fueron comunicados hace pocos días:  los de Jorge Alfredo Maciel y Mario Gustavo Rodríguez. Soldado conscripto, Maciel era de San Andrés de Giles. Y pertenecía a la Infantería de Marina. Murió en el Monte Longdon el 11 de junio de 1982. Rodríguez era del partido Almirante Brown Cayó defendiendo su posición a los 18 años. 

El emocionante proceso de identificación de los caídos en Malvinas -conocido como Plan Proyecto Humanitario- tuvo varios anuncios en varias etapas. Avruj lo presentó la semana pasada durante su ponencia en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, en Ginebra. Hacia 2007, lo promovía el grupo de combatientes del Cecim La Plata. Cristina Kirchner tomó el tema que también reforzaron el ex combatiente Julio Aro, de la Fundación No me Olvides, y la periodista Gabriela Cociffi. Y en el centro de una ayuda central a la Cruz Roja estuvo siempre el ex capitán del Ejercito británico Geoffrey Cardozo, quien había realizado los enterramientos en Malvinas de 1983.

Al llegar a Malvinas en 2017, la Cruz Roja trabajó sobre 122 tumbas sin identificar, el resto de 230 en total tenían nombre y apellido. Pero sobre algunas penden algunas dudas ya que en este proceso de identificación fueron identificados dos caídos cuyos nombres están en otra tumba, que es colectiva.