Bajo siete llaves. José López ingresaría formalmente al programa de protección al testigo el martes cuando el juez Bonadio reanude su actividad en tribunales.

El exsecretario de Obras Públicas del kirchnerismo, José Francisco López, permanecía ayer con paradero desconocido en un lugar secreto, bajo la custodia del grupo especial "Los Lobos" y a la espera que el juez Claudio Bonadio homologue su pedido de entrar al programa de testigo protegido.

Según lo que informó el diario Clarín, el nacido en Concepción de Tucumán tendrá un domicilio oficial que depende del Ministerio de Justicia en el marco de este programa y que, por medidas de seguridad, se mantendrá bajo absoluta reserva.

López pasó así su primera noche fuera del Penal de Ezeiza al que pidió no regresar por miedo a que atenten contra su vida. Por eso mismo, pidió al fiscal Carlos Stornelli que extienda el beneficio de testigo protegido a toda su familia, pero ellos ya rechazaron la oferta. De todos modos, el Ministerio de Seguridad tomará medidas para mantenerlos a resguardo.

El hombre que arrojó los bolsos con casi 9 millones de dólares al convento se quebró el viernes por primera vez ante la Justicia desde que fue detenido en 2016. Después de declarar el viernes por más de cinco horas en caracter de "arrepentido", López confesó su participación en el esquema de pagos ilegales que ya atravesó distintas áreas del gobierno kirchnerista e involucró a empresarios y exfuncionarios de alto rango.

Hasta ahora se había negado a precisar el origen del dinero y recién con el destape de las coimas en la obra pública -que sacó a la luz los cuadernos de Oscar Centeno- se animó a decir que "era plata de la política". Ahora, según el fiscal Stornelli, además de reconocerlos pagos ilegales por primera vez, le habría puesto nombre y apellido al circuito del dinero de las coimas. Y habría apuntado hacia arriba, es decir, al ministro de Planificación, Julio De Vido y a la expresidenta, Cristina Fernández.

Fuentes de Comodoro Py dan cuenta que la confesión del tucumano López podría también involucrar a los interlocutores con los que solía tratar el exfuncionario, como intendentes y gobernadores, personajes que hasta ahora no habían sido involucrados en la investigación derivada de los cuadernos de las coimas .

El giro de López quizá se debió a que hubo varios arrepentidos en la causa de los cuadernos. Algunos exfuncionarios, como Claudio Uberti, y otros empresarios explicaron cómo funcionaban los pagos ilegales para la obra pública durante el kirchnerismo, un área que López manejaba directamente. Por eso, fue nombrado en distintas ocasiones en las anotaciones de Oscar Centeno.

"Los Lobos" se entrenan en Canadá

A partir de ahora, José López estará en un domicilio oficial dependiente de la cartera que conduce Germán Garavano que por medidas de seguridad se mantendrá bajo estricto secreto. Sin embargo no estará solo. El grupo de seguridad conocido como "Los Lobos" resguardará su integridad física. Se trata de un comando especial dependiente del Servicio Penitenciario Federal y del Grupo Especial de Intervención (GEI) que se prepara específicamente para este tipo de tareas.

Esa fuerza, que algunos la llaman "la policía del Ministerio de Justicia" cuenta con 50 efectivos que custodian a los testigos con mayores riesgos, entre ellos, el valijero de los K, Leonardo Fariña, Oscar Centeno, el exchofer de Roberto Baratta quien registró en sus cuadernos la compleja red de coimas que empresarios le pagaron a exfuncionarios K.

Los uniformados fueron capacitados en Canadá, el país que tiene uno de los mejores sistemas de protección a testigos. Además, el Estado firmó cuatro convenios con la Corte Penal Internacional, por lo que la Argentina puede alojar a testigos protegidos de otros países que por alguna razón consideren que este territorio es el más adecuado. El país ingresó a la Red Europol de Programas de Protección de Testigos e Imputados.