Buenos Aires.- Una casa al borde del derrumbe, sin luz y sin agua en medio del campo santafesino aledaño a la ruta provincial 6. Ahí se escondieron, por lo menos desde el miércoles a la noche y hasta ayer a la mañana, los tres delincuentes más buscados del país. Martín y Cristian Lanatta y Víctor Schillaci fueron sorprendidos por un grupo de gendarmes cerca de una casa abandonada de la zona rural que está entre San Carlos Sur y Gessler, dos pueblos pequeños del departamento de Las Colonias, provincia de Santa Fe.

A los prófugos del penal de General Alvear, condenados a perpetua por haber asesinado en 2008 a los empresarios vinculados a la efedrina Sebastían Forza, Leopoldo Bina y Damián Ferrón, se los buscaba en el sur del conurbano bonaerense desde hace once días. Ayer los descubrieron a unos 600 kilómetros de allí. Y quien dio con la pista cierta del paradero de los tres hombres no fue la Justicia provincial sino la Federal, en el marco de la causa que lleva adelante el juez Sergio Torres.

Los gendarmes ingresaron a la casa, ubicada a unos dos mil metros de uno de los tres domicilios que debían allanar, guiados por comentarios de gente de la zona. Cuando registraron el lugar, los prófugos no estaban, pero sí sus rastros. Los fugitivos ya los habían tiroteado desde un pastizal de la zona.

En un galpón pegado a la casa encontraron una garrafa, algunas frazadas, papel higiénico, restos de comida, vasos, platos y otros utensilios de cocina, además de botellas y bidones de agua. Todos los elementos fueron enviados a peritar por la Justicia. Torres quiere que se busquen huellas digitales, pelos o cualquier rastro que pudieran haber dejado los prófugos a fin de despejar toda duda respecto de la identidad de quienes estuvieron en esa casa en las últimas horas.

Pero además, los efectivos encontraron en el pequeño galpón la camioneta Renault Kangoo, patente NCA960, que Cristian Lanatta le había robado a su ex suegra, Elvira Martínez, el 31 de diciembre. Según había contado la ex mujer de Lanatta, Laura Montiel, el prófugo estuvo en la casa de su madre en Berazategui dos veces: la primera le robó dinero y la segunda la camioneta. Ayer, los gendarmes encontraron los papeles a nombre de Martínez dentro del vehículo.

En el inmueble también había un sótano. Cuando todavía no había oscurecido, pero el pueblo ya estaba alertado por un descomunal operativo policial que incluía desde helicópteros hasta francotiradores, apareció en la casa la esposa del dueño, una señora mayor que vive en el pueblo. Se mostró sorprendida por lo que estaba sucediendo y aseguró a los gendarmes que custodiaban el lugar que no tenía idea de lo que estaba ocurriendo. La señora, cuyos datos personales y los de su esposo constan en el expediente, explicó que esa casa la tenían abandonada, que no la usan jamás y por eso no tiene ni servicios. La Justicia señaló que si bien el matrimonio podría ser llamado a declarar en algún momento, no está sospechado de haberles prestado la propiedad a los delincuentes.