Cristina le obsequió a Francisco cuadros de pintores argentinos y miel de la cooperativa de productores chaqueños ‘Argenmiel‘.
Asimismo, le mostró obras de orfebrería que le habían dedicado a ella pero se las llevó al Papa a quien, en tono cómplice, le confesó ‘le cambié la chapita, decía para Cristina‘. Entre los obsequios se destacó la imagen gigante de la Virgen Desatanudos, advocación de la que el pontífice es devoto, y al escuchar que desde la caja sonaba el ‘Aleluya‘, la mandataria comentó: ‘Sonoro, sólo los argentinos podíamos hacerlo‘. Fernández también le regaló un retablo fileteado porteño con la Virgen de Luján para ‘la cabecera de la cama‘, le sugirió con humor. Además, Cristina entregó a Francisco un rosario de bronce y alpaca con técnica de cincelado, calado y grabado hecho por el orfebre Miguel Ángel Zeitcher de Termas de Río Hondo. Por su parte, Francisco le entregó a la Presidenta un rosario y una artesanía en bronce, y bendiciones para su hija Florencia, para la familia de su hijo Máximo y una, ‘especial‘ destacó el Papa, para el fallecido expresidente Néstor Kirchner.
La Presidenta resaltó que el diputado nacional Andrés ‘El Cuervo‘ Larroque le entregó al Papa ‘todos los libros‘ sobre la agrupación kirchnerista La Cámpora. La comitiva argentina le regaló salames producidos en la localidad bonaerense de Mercedes y una copia ‘del petitorio de todos los hinchas de San Lorenzo que quieren que el nuevo estadio ’cuervo’ se llame Papa Francisco‘.