El exjefe del Servicio Penitenciario Federal (SPF) Víctor Hortel admitió ayer que ‘no funcionaban los sensores’ perimetrales de la cárcel de Ezeiza de la que escaparon 13 presos, porque faltaba ‘mantenimiento‘ y ‘no se conseguían repuestos, que eran españoles‘, y acusó al ‘núcleo duro‘ de la ‘corporación penitenciaria‘ y cree que lo sucedido fue ‘un pase de facturas’ interno contra su gestión.