Los triglicéridos pueden ser un factor de riesgo cardiovascular tan relevante como el colesterol alto, según un estudio del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) publicado ayer en The Journal of American College of Cardiology (JACC).

La investigación demostró, por primera vez, que en individuos con riesgo cardiovascular bajo a moderado, la hipertrigliceridemia (exceso de triglicéridos en la sangre) se asoció con aterosclerosis (acumulación de grasas, colesterol y otras sustancias en las arterias) subclínica e inflamación vascular, incluso en personas con niveles normales de LDL-C o colesterol "bueno".

Hasta ahora, los triglicéridos habían quedado en un segundo plano por detrás del colesterol. De hecho, de forma general, "a la hora de prevenir el desarrollo de aterosclerosis, los expertos no recomiendan tratar los niveles altos de triglicéridos si el colesterol LDL está dentro de la normalidad", explica el Dr. Sergio Raposeiras-Roubin, primer autor del artículo.

El estudio pone de manifiesto, por primera vez, que, "en pacientes con bajo o moderado riesgo cardiovascular (que son la mayoría de la población), niveles altos de triglicéridos se asocian con un mayor riesgo de aterosclerosis, incluso en pacientes con colesterol LDL normal".

Los triglicéridos son un tipo de grasa (lípidos) que se encuentra en la sangre. Al comer, el cuerpo convierte todas las calorías que no se necesitan usar de inmediato en triglicéridos. Los triglicéridos se almacenan en las células grasas. Más tarde, las hormonas liberan triglicéridos para obtener energía entre las comidas. Si se ingiere regularmente más calorías de las que se queman, en particular de alimentos ricos en carbohidratos, se puede tener los triglicéridos altos (hipertrigliceridemia).

Los triglicéridos almacenan las calorías no utilizadas y proporcionan energía al cuerpo. El colesterol se utiliza para construir células y ciertas hormonas. Los triglicéridos altos pueden contribuir al endurecimiento de las arterias.