Mauricio Macri no anduvo con vueltas ante las preguntas que planteó el empresariado de Chile: "Vamos a ganar las próximas elecciones y están todos invitados a ser parte de los futuros 20 años de la Argentina, que van a ser de los mejores de nuestra historia. Así que, si estando tan cerca se la pierden, tienen un problema grave", dijo entre risas el jefe de Estado ante un auditorio colmado de hombres de negocios en Santiago de Chile.

Macri acababa de reunirse con su par de Chile Michelle Bachelet, con quien avanzó en un acuerdo de liberalización comercial de ambos países, y se metió de lleno en la conferencia ofrecida ante la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa). Había más de un centenar de empresarios del establishment chileno con muchas preguntas e inquietudes sobre el futuro inmediato de la Argentina. Pero Macri se las ingenió para responder a todos y despejar nubarrones.

"Vamos a ganar las elecciones y a pesar de que no tendremos mayoría parlamentaria eso no será un impedimento. Llevé varios años con mayorías contrarias cuando fui jefe de gobierno porteño y durante mi primer año y medio de mandato como presidente. En la Argentina que viene se necesita de los consensos", desafió Macri.

Los empresarios le preguntaron por todo. Por las reformas que se vienen, por las elecciones, por el déficit fiscal, por la inflación y por el costo de la producción en la Argentina, entre otras cosas. El líder del gremio fabril Bernardo Larraín Matte, el presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC), Alfredo Moreno y otros tantos empresarios chilenos querían saber qué piensa hacer Macri para el futuro de la economía argentina. Y el Presidente planteó en 50 minutos un discurso tendiente a atraer inversores al país. "Nos toca vivir en una etapa de mundo muy desafiante, ustedes lo saben mejor que nosotros, donde el desarrollo y la creatividad van de la mano con la audacia y lo que busca uno que tiene que gobernar es transformar eso en la creación de empleos", dijo el jefe de Estado.

Luego destacó que la Argentina que ahora preside pudo reestablecer las relaciones con Chile. Así, Macri se planteó como meta aumentar la inversión de un 16% del PIB a un 22% , por lo que la visita a Chile se transformó en lanzar un fuerte llamado a los inversores. "Están todos invitados a ser parte de los futuros 20 años de la Argentina, que van a ser de los mejores de nuestra historia. Así que, si estando tan cerca se la pierden, tienen un problema grave", dijo en un pasaje que se llevó los aplausos y rosas de los presentes

Cuando los empresarios le preguntaron por la matriz energética compartida entre ambos países Macri dijo que "lo más importante en este intercambio energético es recrear la confianza". Y añadió: "El cambio es algo cultural y creo que hay una mayoría que se dio cuenta que el populismo está muy bueno cuando se tiene plata, cuando no, es una catástrofe, es pan para hoy y hambre para mañana".

Macri mantuvo una agenda muy cargada en Chile. Se reunión con empresarios, legisladores y con Bachelet. Luego de su encuentro con la presidenta chilena dijo: "Confío en que realmente podamos avanzar en la integración y también en el acercamiento entre el Mercosur y la Alianza del Pacífico". Tras ser recibido con todos los honores en el Palacio de la Moneda, Macri señaló que la Argentina y Chile deben acordar políticas a "largo plazo" en materia energética que ayuden al desarrollo de ambos países en el futuro cercano.

En medio de la actividad oficial que desarrolla en Chile, el presidente Mauricio Macri recibió un reclamo inesperado y fuera de agenda: un pedido de los legisladores de la Unión Demócrata Independiente (UDI) para agilizar la extradición al país trasandino de Galvarino Apablaza. El guerrillero, que está acusado en la Justicia chilena del asesinato del senador Jaime Guzmán, recibió en 2010 bajo el mandato de Cristina Kirchner asilo político en la Argentina. Luego de una reunión reservada que Macri mantuvo con los presidentes del Senado y de la Cámara de Diputados de Chile, Andrés Zaldivar y Fidel Espinoza, respectivamente, y junto con otros legisladores, el presidente escuchó en los pasillos un planteo por la lentitud con que la Justicia argentina lleva adelante el proceso de extradición de Apablaza.

El 14 de septiembre de 2010, la Corte Suprema de Justicia de la Argentina revocó un fallo de primera instancia del juez Claudio Bonadio y ordenó la extradición de Apablaza a Chile. Sin embargo, dos días después la Comisión Nacional de Refugiados (Conare) del gobierno de Cristina Kirchner le concedió el estatus de asilado y frenó su expulsión del país. Desde entonces la familia de Guzmán y la UDI llevan adelante los trámites en la Corte Suprema para que Apablaza sea extraditado y cumpla con el juicio que le lleva adelante ese país.

El vocero presidencial, Ivan Pavlovsky, informó que el tema Apablaza no se trató en las reuniones bilaterales. Pero según pudo saber Infobae el caso se abordó en el pasillo del viejo Congreso luego de la reunión formal con los legisladores. Al parecer, allí Larraín abordó a Macri y le deslizó el tema al punto que esto generó cierta incomodidad entre los legisladores Zaldivar y Espinoza, quienes aseguraron que "no era el momento" para hablarlo. Sucede que la UDI forma parte de la oposición al gobierno de Bachelet y el tema de Apablaza no buscaba ser instalado por los legisladores oficialistas chilenos en la visita de Macri. "Hemos planteado la necesidad de hacer justicia en este caso. El Presidente lo conocía y esperamos que se proceda. Yo hice este pedido en nombre de los parlamentarios de nuestro sector, que sienten la necesidad de que proceda a la extradición", aseguró Larraín a la prensa. Espinoza, visiblemente molesto, contestó: "No corresponde tratar este tipo de temas tan delicados, hacerlo en 30 segundos y en el pasillo".