Pura emoción. Gritos, arengas y un "Topo Gigio" como el de Juan Román Riquelme para escuchar el rugido de la hinchada, así fue el emotivo cierre de campaña de Mauricio Macri en su bastión electoral: La Ciudad de Buenos Aires.


El presidente Mauricio Macri llamó ayer a sus votantes a salir a "convencer" a quienes están "enojados" porque pretendían reformas "más rápidas" durante su gobierno, afirmó que "los cambios de raíz llevan su tiempo" y pidió seguir "bancando" su proyecto de país a través del voto en las elecciones primarias del próximo domingo.

En el último acto de campaña en la Ciudad de Buenos Aires antes de las PASO, el jefe del Estado pidió además "perdón" a aquellos que esperaban que los cambios se visualizaran de manera más veloz y dijo que comprendía "las dudas y la angustia que aparecen" sobre "si el cambio funcionará o no".

Macri cierra la campaña hoy en Córdoba en la Plaza de la Música, del barrio Alberdi.

"Es el momento de redoblar la confianza. A mi me duele cada uno de los que la está pasando mal, cada uno de los que tiene dificultades porque vine acá para ayudar a cada uno de esos argentinos a que encuentre su lugar", expresó el presidente desde un escenario circular montado en el microestadio de Ferro.

En un discurso en el que buscó interactuar con sus seguidores, que lo interrumpían con aplausos y el cántico "Para Mauricio, la reelección", el mandatario se mostró eufórico y hasta se permitió bromear con Juan Román Riquelme y el gesto del "Topo Gigio" para escuchar el clásico "Sí, se puede" ante un auditorio repleto de seguidores.

Apenas subió al escenario de 360 grados donde lo esperaban el jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta y la gobernadora María Eugenia Vidal, Macri se abrazó a ambos y se emocionó cuando repasó sus inicios en la gestión en la Ciudad en 2007 y las dificultades que enfrentó ante los problemas de los porteños de aquel momento como las inundaciones.

"Ahora la Ciudad no se inunda más, carajo", exclamó el Presidente en una arenga eufórica que arrancó uno de los aplausos más cerrados de la jornada.

Macri recordó que fue en la Ciudad donde "nació ese sueño de llevar a cada rincón de la Argentina las transformaciones que se veían en Buenos Aires".

Ante un auditorio en el que estaban las principales figuras del espacio en CABA, como Martín Lousteau y Maximiliano Ferraro, que compiten por bancas legislativas, el mandatario insistió en que, en las elecciones del domingo ,"se definen muchas cosas" pero "fundamentalmente", dijo, si Argentina "sigue hacia el futuro o si vuelve hacia el pasado, si se sigue batallando contra la delincuencia, las mafias y la corrupción que destruye oportunidades o si se sigue vinculando al país al mundo".

En un mensaje descontracturado en el que apeló varias veces al "vamos carajo", el jefe del Estado hizo también un reconocimiento de lo que faltó hacer en sus tres años y medio de gestión y pidió en ese aspecto que aún así se lo acompañe el domingo con el voto "con energía, esperanza y convicción para encarar la segunda etapa".

"Sabemos que falta", admitió pero consideró que "éste es el momento donde redoblar la confianza" ya que "las cosas no se hacen de un día para el otro". "Eso lo hacen los magos, todo lo que estamos haciendo no es en vano. Estamos construyendo las bases. Estamos bancando un punto de partida horrible, en un mundo complicado que no regala nada pero estamos haciendo todo lo que tenemos que hacer para construir un futuro", señaló.

Para el cierre, el Presidente formuló un llamado "a seguir bancando", insistió con que "es importante que cada uno vaya a votar" y dedicó elogios a Horacio Rodríguez Larreta y a María Eugenia Vidal a quienes calificó como "un excelente jefe de gobierno" y "la mejor gobernadora en 30 años".

Macri declaró que "hoy más que nunca" necesita de "la fuerza de todos" porque el cambio, dijo, "no lo hace solo un Presidente, una excelente gobernadora o un excelente jefe de Gobierno" y puso así el broche final a la campaña en uno de los distritos que le han sido más favorables en las últimas elecciones.