El presidente Mauricio Macri llegó este domingo a Nueva York a una cita formal en la Asamblea General de las Naciones Unidas, pero con la mira puesta en restaurar la confianza de los banqueros e inversores sobre la marcha de la economía argentina.

Macri aterrizó cerca de las 7.30 en el aeropuerto de Taterboro, en New Jersey, una pista pequeña a 19 kilómetros de Manhattan donde suelen llegar los aviones ejecutivos como el que arribó el presidente. Lo acompañaban su esposa Juliana Awada, el canciller Jorge Faurie, el secretario de Asuntos Estratégicos Fulvio Pompeo y el portavoz Iván Pavlovsky. Más tarde se sumó el ministro de Economía Nicolás Dujovne, que viajó en vuelo comercial.

La delegación oficial fue recibida en el aeropuerto por el embajador argentino en Estados Unidos, Fernando Oris de Roa, y el jefe de la misión de la ONU Martín García Moritán. Rápidamente se desplazaron al hotel Laghman, en la 5ta Avenida de Manhattan, donde se alojó la comitiva. La pareja presidencial entró tomada de la mano al hotel: él viajaba con su clásico traje azul y camisa celeste; ella con pantalones y saco negro.

El presidente Macri tiene este domingo un día tranquilo ya que no tiene pautada ninguna actividad en la agenda, aunque se descuenta que no se perderá el clásico entre Boca y River.

Arropado por una semana que cerró con cierta tranquilidad en la Argentina, Macri tendrá un par de días sin respiro en Nueva York. El lunes será un día dedicado a intentar convencer a Wall Street y el mundo financiero de que las turbulencias en la economía argentina han cesado y que su plan de reformas va por el buen camino.

Macri llega con un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional que está prácticamente cerrado, según coinciden el Gobierno y el organismo internacional de crédito, aunque todavía no ha sido formalmente anunciado porque se están ajustando los detalles. Según trascendió, el nuevo programa incluiría un anticipo de desembolsos, una suma adicional a los 50.000 millones de dólares originales y una franja de flotación del dólar, que podría establecerse entre los 38 y 42 pesos. El Gobierno se compromete a un déficit fiscal 0 el próximo año.

Macri arranca el lunes con entrevistas con el Financial Times y Bloomberg, dos medios clave del mundo financiero, a los que buscará transmitirles que la economía argentina se estabiliza y que el país volverá a crecer en 2019. Luego almorzará con representantes de bancos y fondos de inversión como el Itaú, Blackrock, OPIC, Pimco, HSBC, Starwood, Blackstone y GIC. Por la tarde, Macri se reunirá con representantes de The Council of The Americas y de la Cámara de Comercio de los Estados Unidos.

Al caer la noche se verá con el presidente Donald Trump porque irá junto con su esposa a un tradicional cóctel que el estadounidense brindará a todos los Jefes de estado y Gobierno que llegan a Nueva York para la Asamblea. De allí se desplazará hasta el coqueto salón Cipriani, en Wall Street, donde recibirá el premio Ciudadano Mundial 2018, que otorga el Atlantic Council, un galardón que ya han recibido por ejemplo el canadiense Justin Troudeau y los estadounidenses George Bush y Bill Clinton.

El martes concentrará su agenda en las Naciones Unidas. Por la mañana participará de una reunión con los presidentes del Mercosur en los que se tratarán temas económicos y también la crisis con Venezuela. Luego tendrá un almuerzo con el secretario general de la ONU Antonio Guterres y cerca de las 16 Macri dará su discurso ante la Asamblea general.

Si bien no se ha anunciado una reunión formal, al FMI no le sorprendería que Macri y la directora ejecutiva del Fondo, Christine Lagarde se encontraran en algún momento en el marco de la Asamblea, según dijo el portavoz del organismo. Una foto con Lagarde sería bienvenida para dar confianza a los inversores de que el acuerdo finalmente saldrá. Pero la mejor noticia para el presidente sería que los detalles técnicos del nuevo programa se cerraran en las próximas horas días para poder anunciarlo en Manhattan.