Puertas adentro. En el Gabinete hay dudas sobre si Nicolás Dujovne es el indicado para este nuevo desafío y sobre los alcances de esa función. En concreto, si ostentará el poder real o si sólo se trata de alinear agendas.

Tras la crisis financiera que acorraló al Gobierno, que derivó en el pedido de asistencia al FMI, y puso sobre el tapete la falta de coordinación entre los ministerios de Hacienda, Finanzas y el Banco Central, el presidente Mauricio Macri decidió dar todo el poder para coordinar el equipo económico al ministro Nicolás Dujovne.

Esta medida implicará en la práctica que el titular del Ministerio de Hacienda será el encargado de coordinar el trabajo que desarrollen nueve ministerios: Finanzas, Transporte, Trabajo, Interior, Producción, Agroindustria, Energía, Turismo y Modernización. Es decir, que nace una nueva estructura de poder dentro del Gabinete nacional con un ministro empoderado manejando la economía, aunque en el Gobierno se niegan a nombrar como un "superministro". Lo cierto es que Dojovne tendrá la voz de mando para encaminar la estrategia del Gobierno nacional para la economía que se viene y que se sostiene en cuatro pilares clave: la política fiscal, la estrategia de crecimiento, la ejecución presupuestaria y el control de la inflación, esto último en coordinación con el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger.

Acelerar el recorte fiscal que en 2018 rondará un déficit de 2,5% del PBI, pese a que se anunció hace tres semanas una meta de 2,7% y antes era de 3,2%. También se pretende bajar en 2019 a 1,7%, pese a que la meta actual es 2,2%. Es el que tiene todos los números en su tablero, donde se puede tocar y donde no, y negocia el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional por una línea de crédito stand by de acceso excepcional. Será clave para la negociación con la oposición por el presupuesto 2019. Se pensó en un experto en temas fiscales y que entienda la importancia de bajar el gasto.

Impulsar el crecimiento económico, cuya meta presupuestaria para 2018 era 3,5% del PBI, pero tras la crisis cambiaria, la suba de tasas al 40% y la sequía en el Gobierno la estiman en 2%. Buscará compatibilizar políticas contradictorias como bajar impuestos y bajar el déficit, además de coordinar políticas productivas con todos los sectores.

La rebaja de la inflación, que se intentará acercar a un 15% en 2018, según la meta anunciada en diciembre. En el Gobierno saben que tras la suba de tarifas y la devaluación del 35% no alcanzarán ese objetivo pero pretenden "estar lo más cerca", porque "la meta no es un pronóstico sino una meta".

A partir de esta decisión, que fue comunicada el sábado por Macri a la denominada "mesa chica" en una reunión mantenida en Olivos, la coordinación económica dejará de estar en manos de los vicejefes de Gabinete Mario Quintana y Gustavo Lopetegui que quedaron muy debilitados tras el mal paso con la corrida del dólar.

Del trío más allegado del Presidente, el único que mantendrá su status tras esta reforma es el jefe de Gabinete, Marcos Peña, que seguirá ostentando el título de "hombre fuerte" de Macri a pesar que el jefe de ministros también quedó golpeado ante los ojos de propios y extraños tras la crisis financiera.

La decisión de empoderar a Dujovne tuvo repercusión ayer en la red social Twitter, donde el secretario de Hacienda, Sebastián Galiani, felicitó a Dujovne "por recibir esta muestra de confianza por parte del Presidente Macri". Por su parte, el exministro de Hacienda y Finanzas Alfonso Prat-Gay también manifestó que la designación de Dujovne como coordinador "es una excelente noticia. Quedó claro que Argentina no puede darse el lujo de tener a Economía dividida en tantos pedazos".

Dujovne asumirá formalmente el rol de coordinador en una reunión que mantendrá mañana con los ministros de Finanzas, Luis Caputo; de Transporte, Guillermo Dietrich; de Trabajo, Jorge Triaca; de Interior, Rogelio Frigerio; de Producción, Francisco Cabrera; de Agroindustria, Luis Etchevehere; de Turismo, Gustavo Santos; de Modernización, Andrés Ibarra; y de Energía, Juan José Aranguren.

Otra dato de la realidad que sopesó Macri para dar más poder a Dujovne tiene que ver con su rol clave en la negociación con el FMI.