Buenos Aires, 13 de julio.- Un bebé de tres meses fue hospitalizado al resultar intoxicado con cocaína luego de ser amamantado por su madre adicta, que también quedó internada para tratar su adicción. Según especialistas, a pesar que "la teta funciona como filtro y permite la disminución de toxicidad de casi todas las sustancias", en este caso se estima que la madre consumió un elevado nivel de estupefacientes antes de amantar a su hijo.



Por eso es que aquellas madres adictas le transmitirán a sus hijos todas las complicaciones que lleva el consumo. A pesar de su corta edad, padecerán los mismos efectos comunes de una sobredosis, como casi se vivióe en este caso.



El fin de semana pasado una mujer de unos 30 años llevó a su hijo de apenas tres meses a la guardia del Instituto Argentino del Diagnóstico y Tratamiento. El bebé presentaba un "extraño shock muscular que le provocaba espasmos en distintas partes del cuerpo", según informó este viernes el diario Crónica.



La primera medida que tomaron los profesionales del lugar fue un exhaustivo análisis general que constó de sangre y orina. De ese estudio se desprendió que el bebé estaba intoxicado con cocaína. A partir de ese momento lo pudieron estabilizar, ya que su estado de salud era delicado. Más tarde, madre e hijo fueron trasladados e ingresados en el Hospital Rivadavia para su tratamiento.



La policía, dada la naturalidad del caso, tomó parte en el asunto, pero solo fue a modo de cooperación. Ya que, a pesar del estado delicado del salud del bebé, el hecho fue producto de apenas una negligencia materna a la hora de amantar. En tanto, la Justicia determinó que el bebé continúe con su madre, pero esta deberá someterse a un tratamiento para su adicción, y recién ahí las autoridades evaluarán si está en condiciones de estar bajo el cuidado de la criatura.