Pasado pisado. Cuando Alperovich le entregó a su 'amigo' Manzur la gobernación

 

El PJ tucumano atraviesa un traumático divorcio político que ingresó en la estratégica división de bienes. Los duelistas son Juan Manzur, gobernador que quiere reelegir, y José Alperovich, el ex mandatario que pretende volver a ocupar esa butaca. Manzur, a través de su vice, hizo "echar" del gobierno provincial a Alperovich, que tenía una nombramiento como asesor ad honorem, designación que le permitía disponer de los beneficios del funcionariato: chofer, auto, telefonía y viajes. 

La despedida del ex gobernador, la ejecutó Osvaldo Jaldo, vice tucumano, que quedó a cargo del gobierno porque Manzur está en medio de una gira comercial en Perú. No fue lo único: el PJ tucumano apuró, además, una licencia de Beatriz Rojkés de Alperovich, esposa del senador, en la jefatura partidaria y aceleró la salida de funcionarios y dirigentes de cargos del Gobierno y de la legislatura provincial. Entre ellos, se da por descontado que dejará la Dirección de Juventud, Sara Alperovich, hija del ex gobernador.

El motor de la pelea es la candidatura local para el 2019. El 17 de octubre, en el mega acto peronista, Juan Manzur anunció que buscará su segundo mandato. El sábado pasado, Alperovich dijo que quiere ir por su cuarto período. Asoma, como condimento, el rol de Cristina de Kirchner que tiene buena relación con el ex mandatario y con su mujer, pero a pesar de que fue su ministro durante casi seis años, no habla ni tiene vínculo con Manzur.

Dato anexo: Tucumán fue la única provincia que visitó Cristina en 2017, luego de hacer campaña en Buenos Aires, cuando fue a un encuentro de militantes organizado por Rojkés. Las esquirlas de ese cruce fueron inmediatas. Este lunes se amontonaron vacíos episodios que ilustran la tensión.

"Betty" Rojkés, ex senadora que estaba al frente del PJ tucumano, pidió licencia al cargo hasta enero. Pero el consejo partidario se reunió de urgencia, le otorgó la licencia pero hasta abril y, además, anunció que el 17 de febrero habrá elecciones internas. Se sobreentiende que será Manzur, en persona, quien busque quedarse con la jefatura del PJ tucumano. El 17 de noviembre, según confirmaron fuentes partidarias a Clarín, se hará el Congreso para la convocatoria de la interna y fijar el cronograma. 

Ese movimiento cristaliza una posición: Alperovich, el sábado, dijo que competirá por fuera del PJ y pidió que la elección a gobernador se haga con un sistema de votación moderno, en referencia al voto electrónico. Según los datos que maneja en Casa Rosada, y que reconocen en Tucumán, el ex gobernador tiene buena imagen en las encuestas pero todo el grueso mayoritario del dispositivo político está alienado con Manzur. Eso, a priori, parece dar ventaja al actual gobernador.

En el PJ tucumano entienden que la avanzada de Alperovich va en serio: "Si al principio pareció una amenaza, ahora parece que está decidido aunque pierda", contó a Clarín un dirigente que conoce a ambos "jefes" tucumanos.  "Sino hace eso, José se jubila", dicen cerca de Manzur.

Alperovich, en su toma de posiciones, criticó con dureza a Mauricio Macri y avisó que votará en contra del presupuesto nacional, ante el cual Manzur envió a sus legisladores a dar quórum aunque luego se abstuvieron.

Aparece otro elemento en el ajedrez tucumano. El deterioro de Cambiemos, que en un momento parecía e enfocado en ganar la provincia -y hasta se habló de una postulación de Alfonso Prat Gay- pero ahora no luce con chances, opera como factor extra para facilitar la interna peronista.

"Si existiese el riesgo de perder la provincia con Cambiemos, seguro arreglarían pero como ahora eso no ocurre, les da más gana de pelearse entre ellos", redondea un peronista de Tucumán.