Por primera vez se conoce, provincia por provincia, la cantidad de abusadores sexuales que tienen condena firme en la Argentina: son 23.461 en total.

Cada uno de ellos, libres o presos, con nombre y apellido, ya fue incluido en el Registro Nacional de Datos Genéticos (RNDG) vinculados a delitos contra la integridad sexual que depende del Ministerio de Justicia, el programa que busca recolectar sus muestras de ADN bajo orden judicial para producir cotejos que conduzcan a resolver casos sin condena.

En San Juan, hay un total de 274 violadores que tienen condena firme. Con esta cifra, se ubica en el puesto 16, de 23 provincias más la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


 

La provincia de Buenos Aires, con 6.699 violadores y abusadores, encabeza el aberrante ranking provincial, un hecho lógico por su densidad de población y por contar con la mayor población de detenidos en todo el país. Sigue Santa Fe, con 1.312 depredadores sexuales.

El podio lo completa Salta: allí hay 1.270 abusadores o violadores con sentencia firme. Por la cantidad de población que tiene esa provincia -1.333.000 habitantes- debería ser considerada como el territorio donde se concentra la mayor cantidad de abusadores. Por otra parte, Salta es la provincia con más femicidios y travesticidios, 23 hechos en 2017, según datos publicados por el Ministerio de Seguridad de la Nación.

Julio Cesar Grassi, se transformó en el primer sacerdote que debió entregar –fue de manera compulsiva, no voluntaria, obligado por una orden judicial tras negarse una primera vez- una muestra de ADN para el Registro Nacional de Datos Genéticos que preside el médico genetista Jorge Dotto.


 

El registro de Datos Genéticos depende del ministerio de Justicia de la Nación, a cargo de Germán Garavano. Consultado por Infobae, Garavano reflexionó: "Desde el Ministerio trabajamos para que las víctimas tengan una respuesta, es por ello que avanzamos en la creación del Centro de Asistencia a las Víctimas de Delitos (CENAVID) y en la implementación del Registro, que ayuda en las investigaciones judiciales y en el esclarecimiento de los hechos criminales graves".

En los últimos 10 años los delitos de índole sexual aumentaron un 100%, no porque los abusadores o violadores se hallan multiplicado, sino porque las mujeres y jóvenes –las principales víctimas- se animaron a denunciar, en parte por la amplia difusión que tiene el tema, y sobre todo por la variedad de herramientas que se pusieron a disposición de las y los violentados por parte del estado nacionales y los provinciales y municipales, un hecho que parecía utópico hace 20 o 30 años atrás.