El intendente de Tigre y candidato a diputado por el Frente Renovador en Buenos Aires, Sergio Massa, afirmó ayer que el país atraviesa un “proceso de estancamiento por la falta de sensibilidad o pericia de muchos funcionarios”.
Al hablar en el cierre de la décima edición del Consejo de las Américas, en el hotel Alvear de Capital Federal, el ex jefe de Gabinete kirchnerista aseguró que en la Argentina “discutimos con mucha intensidad en los procesos electorales todas las cuestiones, pero no transformamos esas discusiones en políticas de Estado a lo largo del tiempo”.
“Argentina no es hoy un país en absoluta crisis, ni tampoco en un proceso de crecimiento. Está en un proceso de estancamiento, por la coyuntura internacional pero también por la falta de sensibilidad o pericia de muchos funcionarios”, consideró. En ese sentido, aseguró que “la arbitrariedad, la presión y el abuso de poder por parte del Estado se transforman en algo corriente”. “Falta inversión, y la falta de inversión es producto de la falta de confianza”, agregó el jefe comunal de Tigre, que reiteró su pedido para que “la Argentina salga de la lógica de la confrontación permanente”.
El “desafío es dejar de mirar para atrás”, planteó Massa, que pidió “mirar para adelante, tratar de convocar a todos los sectores a construir un país sin distinciones, entendiendo que de la suma virtuosa de capital y trabajo podemos construir un futuro”.
Además, criticó la decisión del Gobierno de intimar a la empresa chilena LAN para que deje el hangar que usa en el Aeroparque, al afirmar “que el país necesita inversiones que generen puestos de trabajo para afrontar los problemas” económicos. “No hay mejor freno contra la inflación, el desempleo y la falta de dólares en el país que las inversiones. Por eso tenemos que tratar de promoverlas”, señaló. A pesar de estas afirmaciones, Massa dijo que su función no es calificar las medidas del Gobierno, pero insistió en la importancia de cuidar y fomentar las inversiones en el país “porque eso genera ingresos que son necesarios”.
Mediante uno de sus organismos de control, el Gobierno intimó a la compañía aérea a abandonar el hangar que tiene en Aeroparque, lo que generó la reacción de distintos dirigentes que alertaron que la medida provocaría pérdida de fuentes de trabajo.