Luego de varias idas y vueltas, el presidente Mauricio Macri decidió no viajar el 1° de enero a Brasilia para la asunción de Jair Bolsonaro y, en cambio, optó por extender su estadía en el Sur con su familia tras las fiestas de fin de año.

Según consignaron a Infobae fuentes calificadas del Gobierno, Macri decidió quedarse con su familia después de la fiesta de Año Nuevo en un lugar de la Patagonia que aún no está definido.

De esta manera, el jefe de Estado no participará de la asunción de Bolsonaro que iba a ser el primer encuentro formal con Macri. Es que después de las elecciones en Brasil el presidente electo del país vecino se cruzó al menos dos veces por teléfono con el jefe de Estado argentino.

Por otra parte, Macri había invitado a Bolsonaro a la cumbre del G20 y el actual presidente de Brasil Michel Temer había aceptado incluirlo en la comitiva oficial. Pero finalmente, el presidente electo brasileño desistió de concurrir.

Fuentes del Gobierno dijeron a Infobae que el faltazo de Macri a la asunción de Bolsonaro también debe interpretarse como una jugada regional para seguir manteniendo una alta cuota de poder de liderazgo regional. Es que el 4 de enero se reunirán en Perú los cancilleres del Grupo Lima que integra la Argentina junto con otros 12 países y que ahora quieren potenciar la presión sobre el régimen de Venezuela. Bolsonaro quiere enviar a ese foro un duro mensaje contra Maduro pero en la Argentina creen que la embestida regional contra el régimen chavista debe seguir en manos del liderazgo de Macri.