Pobladores de Gualeguaychú que rechazan el funcionamiento de fábricas de celulosa sobre el río Uruguay se declararon ‘en estado de asamblea permanente‘ ante el inminente anuncio del gobierno uruguayo de permitir a la compañía finlandesa UPM-Botnia aumentar su producción en la zona.
En ese marco, los asambleístas le mandaron una carta al papa Francisco para pedirle que los ayude en sus reclamos contra la contaminación y denunciaron que se sentían ‘indefensos ante tanto poder‘.
Si bien el presidente uruguayo José Mujica señaló que la decisión que había tomado sobre el pedido de la empresa se la revelará el lunes a la presidenta Cristina Fernández cuando se reúnan en Puerto Madero, en una entrevista con la agencia Bloomberg dio a entender que podría autorizar un alza en la producción de UPM a cambio de la exigencia de mejoras medioambientales a la empresa. De igual manera, su vicepresidente Danilo Astori consideró ‘muy positivo‘ avalar el permiso para aumentar la capacidad de producción de la megafábrica.
Los anuncios de Uruguay generaron el inmediato rechazo de los pobladores de Gualeguaychú que desde hace meses reclaman, sin lograr respuestas, que autoridades de los dos países den a conocer los resultados de los monitoreos ambientales realizados a la empresa como lo dispuso el Tribunal Internacional de La Haya en el fallo que cuestionó al gobierno uruguayo por la instalación inconsulta de la pastera finlandesa.
En ese marco, los ambientalistas de Gualeguaychú decidieron antenoche declararse ‘en estado de asamblea permanente‘ y ayer por la tarde se concentrarán en el paraje Arroyo Verde para definir los pasos a seguir ante el conflicto y la reunión que mantendrán el lunes con autoridades nacionales.
‘Ante los últimos acontecimientos, la declaración del presidente de Uruguay de que UPM-Botnia contamina, más la ampliación de producción y la base militar, nos declaramos en Asamblea permanente‘, indicó la asamblea y llamó ‘a debatir‘ a la población.
Los asambleístas tienen previsto viajar mañana lunes a Buenos Aires para reunirse con el secretario de Ambiente de la Nación, Juan José Mussi, a pocas cuadras del puerto de amarre de la empresa Buquebús, donde los presidentes Fernández y Mujica botarán un nuevo barco que llevará de nombre Francisco Papa.
El sumo pontífice quedó también en medio del conflicto dado que los asambleístas le enviaron una carta, a través del obispo de Gualeguaychú, Jorge Lozano, para pedirle su intervención porque se sentían ‘indefensos ante tanto poder‘.
La empresa finlandesa, que traslado su mayor planta a Sudamérica tras nuevas leyes ambientales en la Unión Europea, tiene ‘1.200.000 toneladas de producción anual, el doble de la mayor planta de Finlandia‘. Ahora, Uruguay daría luz verde al pedido de la empresa para autorizar la producción de 200.000 toneladas adicionales de celulosa seca.