Vestimenta. Máximo Kirchner decidió vestir una remera que llevaba impresa la imagen de la Dama de la Justicia, ícono de la representación del equilibrio en los sistemas judiciales.

El diputado nacional Máximo Kirchner pidió ayer ser sobreseído, calificó como un "show" la causa de los cuadernos al criticar al juez del caso, Claudio Bonadio, y sostuvo que la acusación en su contra busca "denostar" opositores y "tomar venganza" contra algunos de ellos.

"Resulta sorprendente que un expediente judicial, en tan pocos meses de trámite, reúna semejante cantidad de irregularidades y actividades delictivas como las que se dan en el presente proceso", sostuvo en el escrito el hijo de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, ya procesada como supuesta jefa de asociación ilícita en el caso.

Máximo Kirchner arribó a los tribunales federales de Retiro (ciudad de Buenos Aires) minutos antes de las 11 y se retiró 40 minutos después, luego de dejar el escrito y negarse a responder preguntas, según el acta de la declaración indagatoria a la que accedió la agencia de noticias Télam.

En el trámite no estuvo presente Bonadio, quien a esa hora tomaba declaración indagatoria a Carolina Pochetti, la viuda de Daniel Muñoz, exsecretario privado del fallecido expresidente Néstor Kirchner.

"Hacerme partícipe de una asociación ilícita integrada por decenas de personas, a muchas de las cuales no conozco, e incluso por familiares directos del presidente, Mauricio Macri, y empresarios que le resultan afines, ingresa a un terreno tan ridículo que me exime de mayores comentarios", sostuvo en el escrito.

El diputado y su defensa reclamaron que se les entreguen los "registros técnicos" donde debieron quedar documentadas las declaraciones de los denominados "imputados colaboradores" del caso, según el artículo 6 de la ley del arrepentido.

Al reclamar su sobreseimiento y negar los cargos, el legislador camporista aludió a que se lo imputó porque "el show debía continuar" en relación a "una serie de dirigentes políticos, entre los cuales naturalmente no podía estar ausente, una vez más, el apellido Kirchner".

"Estamos en presencia de una nueva imputación falsa construida con el solo propósito de denostar a dirigentes políticos opositores y, al propio tiempo, tomar venganza respecto de algunos de ellos, quienes han impulsado en contra de Bonadio su juicio político", agregó.

A la hora de referirse a la acusación en su contra, remarcó que el exsecretario de Obras Públicas José López, quien lo nombró al declarar como arrepentido, "sólo hace referencia a la actividad política que habría cumplido al frente de la agrupación La Cámpora y la manera como supuestamente se tomaban decisiones en dicha organización".

"Más allá de comentarios que se ponen en la boca de López, lo cierto es que ni siquiera existe una insinuación directa o tácita de que hubiera sido destinatario de dinero alguno de procedencia ilícita", aseveró.

"Posiblemente ningún otro magistrado (en alusión a Bonadio) se hubiese animado a desarrollar un raid delictivo que prácticamente no dejó en pie ninguna garantía constitucional", agregó al referirse a un "simulacro de investigación judicial".

El líder de La Cámpora fue citado en relación a la parte de la causa que investiga si esa agrupación recibió fondos provenientes del pago de coimas por parte de empresarios vinculados a la obra pública en el kirchnerismo, en base a los cuadernos del exchofer Oscar Centeno y a los dichos de los imputados colaboradores del caso.

El diputado llegó a los tribunales acompañado por Horacio Pietragalla, Eduardo "Wado" de Petro y Andrés "Cuervo" Larroque. En la causa de los cuadernos quedó involucrado a raíz de dichos del acusado y arrepentido José López, quien aludió a entregas de dinero a La Cámpora.
 

Viuda de Muñoz, detenida

La viuda de Daniel Muñoz, Carolina Pochetti, quedó detenida ayer tras entregarse a la Justicia y negar en su declaración indagatoria haber estado al tanto de los negocios de su fallecido marido, exsecretario privado de los ex presidentes Néstor Kirchner y Cristina Fernández.

Pochetti fue acusada de integrar una asociación ilícita en la causa abierta a raíz de los cuadernos del exchofer del Ministerio de Planificación Federal Oscar Centeno y de maniobras de lavado de activos por unos 70 millones de dólares, con fondos que para el juez federal Claudio Bonadio provinieron del pago de sobornos que recolectaba su marido, informaron a Télam fuentes judiciales.

La mujer lloró durante su declaración indagatoria, dijo que nunca supo nada de los negocios de su marido y que cuando preguntaba por las denuncias sobre sus actividades, él le decía que no se "metiera" porque "eran cosas de la política para embarrar a Néstor Kirchner". "Parezco una estúpida, pero no sabía lo que hacía mi marido", argumentó ante el juez. Durante la indagatoria, Pochetti respondió preguntas durante más de cuatro horas ante Bonadio y los fiscales Carlos Stornelli y Carlos Rívolo y luego quedó detenida.

El abogado defensor Miguel Ángel Pló pidió la excarcelación pero las fuentes señalaron que hasta que eso se dilucide, la viuda de Muñoz quedará alojada en la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la Policía Federal.