“Me tiraron un tiro, me muero”, llegó a decir Lourdes Espíndola (25), una policía bonaerense baleada en Ituzaingó mientras esperaba el colectivo para regresar a su casa. Su esfuerzo resultó la clave para que pudieran atenderla rápidamente: Fernando Altamirano (34), su pareja que también es oficial de la Fuerza, le avisó a una compañera, quien fue a asistirla. La víctima, en la tarde-noche de este domingo, fue declarada con muerte cerebral y su familia ya autorizó a donar sus órganos.

 

Habían pasado unos minutos de las 18.30 y Lourdes terminó su turno en Ituzaingó. Estaba haciendo horas adicionales en el peaje de Quintana, en la Autopista del Oeste. Cuando llegó su relevo se fue, con chaleco y uniforme, a tomar el colectivo. Tenía que ir a buscar a su hijo de seis años, que lo esperaba para cenar.

 

 

A metros de la parada del colectivo, al menos dos personas se bajaron de un auto para robarle. No querían su bolso, su billetera ni su celular. Buscaban el arma de Lourdes y, después de un forcejeo, la balearon con su propia pistola en el esternón.

 

La joven -herida como estaba- logró sacar el celular y mandarle un audio de WhatsApp a su pareja, que también trabaja en el Comando de Patrullas de Moreno. Desesperada, logró decir: “Me tiraron un tiro, me tiraron un tiro, me muero, me muero”. El audio fue difundido este domingo por el canal C5N.

 

Después de eso, Altamirano pudo llamar a Samanta Lemos, otra policía del Comando de Patrullas de Moreno que la había relevado en el peaje minutos antes. Por el alerta, la mujer pidió ayuda a un integrante de la Policía Federal y con su auto lograron socorrerla de inmediato.

 

Lourdes estaba tirada en el suelo, sobre la calle Quintana, a 15 metros de la colectora del Acceso Oeste, sentido a Capital Federal. Tenía el chaleco antibalas colocado pero el disparo la hirió por encima de la protección y entró por el esternón, “del lado izquierdo, y le lastimó el pulmón y la arteria carótida”.

 

La mujer perdió mucha sangre y eso agravó su estado. Fue internada en el Hospital Posadas con un cuadro “grave y pronóstico reservado”. Según contaron a Clarín fuentes policiales, su estado era irreversible.

 

El Ministerio de Salud de la Nación, en un comunicado de prensa, indicó que "se ha determinado la muerte cerebral de la paciente Lourdes Espíndola, de 25 años, que ingresara con herida de arma de fuego en la región supraclavicular izquierda, con lesión carotídea y traqueal".

 

"Asimismo, se comunica que, por decisión de la familia, se ha iniciado el proceso para la procuración de órganos a través de Incucai y Cucaiba, dando así la posibilidad de seguir viviendo a otras personas que están a la espera de un trasplante", añadió.