Mendoza, 24 de julio.- La falta de garrafas, el no contar con red de gas natural domiciliario, la ola de frío y el monóxido de carbono; podrían haberse conjugado para terminar con la vida del pequeño Jesús Tolaba, de tan solo seis meses de edad. Es que el bebé falleció mientras dormía en una habitación climatizada al calor de las brasas.
El trágico hecho ocurrió el jueves por la noche, en la finca Torrejón de la zona conocida como Isla Chica, del distrito de San Roque, en el departamento de Maipú.
Hacia el atardecer, la madre del pequeño lo amamantó y tras dormirse lo dejó reposando en su cama. Al rato, y para cerciorarse de que su descanso no había sido interrumpido notó que no respiraba. Intentó por todos los medios reanimarlo y ante la falta de respuesta del pequeño, se dirigió de manera inmediata al Hospital Perrupato, de San Martín.
En la Guardia del hospital, el médico que salió a recibirla constató que Jesús llegaba sin vida.
Personal de Policía Científica concurrió, pasadas las 22 horas, al domicilio donde habría fallecido el bebé y constató que en la habitación donde dijo la madre que dormía, aún ardía un brasero. La causa quedó caratulada como ‘Averiguación de Muerte’.
