En lo que va del año Mendoza lleva un registro de más de 60 casos de recién nacidos intoxicados con cocaína, en su mayoría a raíz del consumo por parte de sus padres. 



El caso más reciente se registró el fin de semana en el hospital Scaravelli del departamento de Tunuyán, allí ingresó un pequeño de un año y medio con convulsiones. Tras ser asistido, los médicos determinaron que el menor tenía rastros de cocaína en su cuerpo.



Los padres fueron detenidos y quedaron a disposición de la justicia, mientras que sus tres hermanos pasaron al cuidado del Órgano Administrativo Local (OAL), dependiente del Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la provincia cuyana.



Según las estadísticas, en lo que va del 2017 hubo más de 60 episodios en el Servicio de Neonatología del Hospital Luis Lagomaggiore, la maternidad más más grande de Mendoza.



Ante estas cifras, la Cámara de Diputados comenzó a debatir un proyecto para que se realicen estudios en los recién nacidos, y así detectar los rastros de sustancias, que en la mayoría de los casos son transmitidas a través de la placenta o la leche materna.



La iniciativa fue presentada por el legislador Pablo Priore, del PRO, y hace foco en la detección de sustancias como marihuana, alcohol o barbitúricos en niños.



Los recién nacidos que han sido expuestos a drogas adictivas presentan síndrome de abstinencia y están expuestos a daños neurológicos graves, y en muchos casos permanentes. Los síntomas en ellos aparecen entre las 24 y 72 horas después de nacer. 



Al advertir este tipo de casos, el proyecto propone dar aviso a la OAL a los efectos de que se intervenga y se siga al menor en riesgo, una vez dada el alta médica, como así también una atención interdisciplinaria a la madre.