Buenos Aires 23 de septiembre-. El represor Luciano Menéndez admitió hoy en el juicio a Jorge Videla y otros 30 acusados por delitos de lesa humanidad en la dictadura que él decidía si un preso político, incluso ‘blanqueado‘ y a disposición del Ejecutivo, era liberado o no, y denunció públicamente que es objeto de ‘injuria y calumnia‘ y de ‘un plan sistemático de desprestigio‘.
El ex jefe del Tercer Cuerpo de Ejército habló con intención de despegarse de declaraciones de testigos según las cuales un detenido de la Unidad Penitenciaria 1 (UP1), Jaime Lockman, estaba encerrado por la dictadura con el supuesto fin de ser despojado de sus bienes.
Menéndez dijo al Tribunal Oral Federal 1 que porque él lo dispuso Lockman no era liberado, ya que, según su versión, había intentado comprar su libertad a través de un militar.
Así, Menéndez, según admitió él mismo, decidió que ‘por ese torpe e insolente intento de soborno, había alejado por completo sus posibilidades de salir en libertad mientras yo fuera comandante‘, razón por la cual recién fue liberado cuando él fue pasado a retiro.
Menéndez quiso de este modo salir a contrarrestar testimonios de dos ex presos de la UP1 que señalaron que el comerciante Lockman, ya fallecido, estaba detenido porque el represor pretendía quedarse con sus bienes.
‘Se decía que (Lockman) estaba allí porque Menéndez quería quedarse con su fortuna. Él no hablaba mucho pero una vez me dijo ’Menéndez se quiere quedar con todo lo que tengo’. Estuvo seis años presos Lockman, no entiendo por qué‘, declaró uno de esos testigos, David Andelmatten.
Menéndez reveló que ‘cierta vez me pidió una entrevista un compañero de promoción mío, a quien no voy a nombrar porque está muerto. Él me explicó que venía enviado por Lockman para ofrecerme colaborar monetariamente con el Ejército a cambio de su libertad‘.
‘Di de inmediato por terminada la entrevista, aclarándole a mi compañero que Lockman, por ese torpe e insolente intento de soborno, había alejado por completo sus posibilidades de salir en libertad mientras yo fuera comandante. Efectivamente entiendo que Lockman salió en libertad después de que yo pasé a retiro‘, dijo textualmente.
El ex general afirmó en este marco que ‘nuevamente he sido objeto de una injuria y una calumnia. La semana pasada, Antonio Canizo dijo que yo pretendía que Lokcman me diera dinero a cambio de su libertad‘.
‘No iba a contestar nada hasta que me detuve en una reflexión: en los primeros dos meses de audiencia ningún testigo nombró a Lockman, y para los primeros 60 testigos Lockman nunca estuvo en la cárcel. Pero desde hace un par de semanas, Lockman es nombrado permanentemente, siempre por cierto como un honrado comerciante objeto de extorsión‘, relató.
Y añadió que ‘como este cambio de actitud tiene todas las características de un plan sistemático de desprestigio para conmigo y el Ejército, voy a desmentir esos dichos‘.
‘Lockman no era el único comerciante rico de Córdoba, y ni a él ni a ningún otro se lo hizo víctima de una extorsión‘, enfatizó Menéndez.
