El arzobispo de Mercedes-Luján, monseñor Agustín Radrizzani, apeló ayer delante de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner a un mensaje del papa Francisco para llamar a los argentinos a “cuidarse” entre sí y evitar odios y peleas, al tiempo que exhortó a “cultivar la auténtica convivencia”.
“Caminemos juntos, cuidémonos los unos a los otros. Cuídense entre ustedes. No se hagan daño. Cuídense. Cuiden a los niños, cuiden a los ancianos. Que no haya odio, que no haya peleas. Dejen de lado la envidia, no le saquen el cuero a nadie, dialoguen”, subrayó citando al pontífice argentino. Radrizzani presidió el Tedeum en la basílica de Luján (provincia de Buenos Aires), adonde acudieron la primera mandataria y su gabinete, y se mostraron juntos el gobernador Daniel Scioli y el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, precandidatos del kirchnerismo a la Presidencia.
Radrizzani, considerado un obispo “amigo” de la Casa Rosada, no hizo pasar demasiados sobresaltos a la Presidenta, por lo que circunscribió su reflexión a explicar el sentido del Tedeum y a subrayar la raíz “cristiana y católica” de la Nación.
El jefe de Gobierno porteño y precandidato presidencial del PRO, Mauricio Macri, concurrió ayer al Tedeum por el aniversario de la Revolución de Mayo en la Catedral Metropolitana, que fue encabezado por el arzobispo de Buenos Aires y cardenal primado de Argentina, Mario Poli.
El cardenal llamó a recuperar la imagen de la patria como “una gran familia con pluralidad de opiniones” y exhortó a trabajar para “superar la idea de que el otro es un adversario o un enemigo”.
Por su lado, Macri, consideró que “es lamentable” que los gobiernos nacional y de la Ciudad no compartan el tradicional Tedeum, ya que el año pasado habían “logrado la unidad” al realizar juntos el acto en la Catedral Metropolitana. “Me sorprendió. Volvimos para atrás”, cuestionó Macri tras encabezar el acto por el 25 de Mayo en la sede gubernamental del barrio de Parque Patricios.
Al presidir el Tedeum por el 25 de Mayo en la catedral santafesina, el arzobispo de Santa Fe y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor José María Arancedo, reclamó ayer “diálogo maduro” a la dirigencia política para resolver los problemas, pidió fortalecer las instituciones republicanas y abogó por una nación “más inclusiva, equitativa, solidaria y reconciliada”.
Fuente: DyN

