Primero fue el desmantelamiento del Salón de las Mujeres de la Casa Rosada y la vuelta de los cuadros de los principales próceres del país para reemplazar los retratos de figuras como la de Juana Azurduy, que combatió en el Alto Perú y fue nombrada generala por Manuel Belgrano o Mariquita Sánchez de Thompson, en cuya casa se tocó el Himno Nacional por primera vez en 1811.

Ahora, le toca el turno al mayor ícono de la era K: el gobierno de Javier Milei confirmó ayer que le cambiará el nombre al Centro Cultural Kirchner (CCK) lo que profundiza la nueva grieta con este sector de la oposición y en especial con Cristina Fernández de Kirchner.

La intención de modificar la denominación al espacio ubicado en el ex Palacio del Correo y Telecomunicaciones fue confirmado por el vocero presidencial, Manuel Adorni, en su habitual conferencia de prensa.

"Se ha decidido finalmente cambiar el nombre al Centro Cultural Néstor Kirchner, así que dejará de llamarse como tal y se le dará paso a un nuevo nombre", señaló el portavoz.

La nueva denominación del espacio cultural aún no fue definida, aclararon fuentes de gobierno, y argumentaron que la decisión responde a que el nombre Néstor Kirchner está vinculado a la "corrupción".

Al respecto, Adorni planteó que la nueva denominación no está definida, aunque aclaró que "ya hoy (es) ex CCK", y que "cuando lo definamos por supuesto que se los vamos a comunicar. Pero la decisión está tomada en virtud de que no exista más como tal".

Entre las posibilidades se bajaran personalidades "de la cultura", e incluso resonó la posibilidad de nombrarlo Jorge Luis Borges.

Por la mañana, Valeria Ambrosio, la nueva directora del hasta entonces CCK, designada por el secretario de Cultura, Leonardo Cifelli, planteó que "cambiarle el nombre es ridículo" y aseguró que no había modificaciones. "No es algo inteligente, no me parece que sea algo interesante ni inteligente. Un lugar que nació de una manera, tiene un hombre y una identidad que conservar", afirmó Ambrosio.

Cabe recordar que la transformación del antiguo Palacio de Correos en un centro cultural de excelencia fue una iniciativa impulsada por el propio Néstor Kirchner en el año 2006. En 2010 se lo denominó Centro Cultural del Bicentenario y en 2012 el Congreso decidió que el espacio llevara su nombre en homenaje a quien había promovido el proyecto.

El 21 de mayo de 2015, en el último año de su segundo mandato, Cristina encabezó el acto de puesta en funcionamiento del "Centro Cultural Kirchner". En su discurso inaugural, la expresidenta agradeció a los hombres y mujeres de la cultura presentes en la ceremonia y les expresó: "Esta es su casa, este es su lugar, a partir de hoy, que estamos poniendo en funcionamiento el centro cultural más importante de Latinoamérica".

Emplazado en este emblemático edificio de más de 100.000 metros cuadrados de superficie, el CCK es, en tamaño, el centro cultural más importante de América latina y está en el podio mundial junto al Centro Pompidou, de París, el Foro Internacional de Tokio, y el Lincoln Center, de Nueva York.