Detalles. Miriam Quiroga dio al fiscal Stornelli una de las declaraciones más detalladas y precisas de cómo era la intimidad de la Casa Rosada con el manejo de dinero y los bolsos.


La exdirectora de Documentación de la Casa Rosada, Miriam Quiroga, declaró ante el fiscal Carlos Stornelli en la causa de los cuadernos de las coimas de la era kirchnerista.

Quiroga, la mujer de 58 años que dijo haber tenido una relación sentimental con Néstor Kirchner, confirmó que el fallecido expresidente tenía sus propios "cuadernos espiralados" para llevar la cuenta de lo que le debían y que lo escuchó quejarse para que terminaran rápido unas obras, porque tenía "la puerta de la bóveda" para la casa de El Calafate.

La mujer atestiguó que la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, tras la muerte de su esposo Néstor, convocó a una reunión en la Quinta de Olivos para que la informaran de los negocios de su marido, un dato que comprometería a la exmandataria al aludir a la continuidad de esos manejos, según publicó ayer el sitio de noticias Infobae.

"Tenía cuadernos espiralados comunes (Néstor Kirchner), así tenía sus anotaciones. Nunca tuve acceso a ellos pero los vi. Un día los quise ver pero no me lo permitió. Sé que anotaba lo que le debían. Así me lo refirió Daniel Muñoz (fallecido secretario de Néstor Kirchner). Después de la muerte de Kirchner escuché que Cristina citó en Olivos a los que tenían manejo de negocios para que le rindieran cuentas. Supongo que se refería a los negocios de Néstor", dijo Quiroga en su declaración.

En este punto, Quiroga coincidió con la confesión del exsecretario de Obras Públicas, José López. Este reveló que la expresidenta lo convocó a la residencia de Olivos para que le explicara el significado de esas anotaciones en un cuaderno marca Arte y él le detalló cómo era el "mecanismo de recaudación" de coimas.

En cuanto a los traslados de dinero, Quiroga dijo que "Pablo Senyszyn, quien fue custodio del presidente (y con quien tuve una relación sentimental), me confirmó que él había trasladado bolsos con dinero a Río Gallegos en una camioneta en la campaña presidencial 2003. Quiero añadir que Francisco Larcher, quien fue señor de la ex Secretaría de Inteligencia, monitoreaba esos traslados y ya desde el sur se encargaba de recaudar dinero para la campaña".

Al hacer alusión a los bolsos, la mujer dijo que "en una ocasión, Daniel Muñoz salió del despacho del presidente Néstor Kirchner a mediados de su mandato. Entró a mi despacho con un bolso que yo reconocí porque era un bolso que le había regalado una ciudadana al presidente. Me dijo: "Tomá, pesa". Yo le pregunté qué había adentro y me dijo: "Hay muchos verdes". Yo le respondí en broma: "Dame unos para mí", a lo cual él me respondió: "No, estás loca, los tiene todos bien contados (en alusión al presidente)". Yo llegué a levantar el bolso y estaba pesado".

En cuanto a la expresidenta, Quiroga dijo que su "trato con (Cristina) fue siempre bueno, de respeto. Aunque nadie lo comprendiera por la relación sentimental que tuve durante 10 años con Néstor Kirchner. Luego de la muerte de Néstor, me llamó Oscar Parrilli (exsecretario de la Presidencia) y me dijo que la presidenta pedía mi renuncia".

A su vez, recordó "el caso en un vuelo de campaña. Muñoz se había dormido y cuando Kirchner lo advirtió fue a golpearlo en la cara para que se despierte. Era algo frecuente el tema de los castigos".