Buenos Aires, 8 de noviembre.- Mauro, el niño de 7 años que había aspirado purpurina, murió esta mañana según confirmo su madre a los medios locales.

"Mauro ya se fue" dijo entre lágrimas Berta Banegas a los cronistas apostado en el CePSI, mientras recibía el abrazo del personal médico visiblemente acongojado por la noticia.

El niño había sido internado el pasado 19 de octubre por haber aspirado purpurina de manera accidental mientras jugaba con un silbato de arbitro: "él puso la purpurina en el hueco del pito para soplar y que esta salga. Cuando aspiro para soplar se le metió adentro y lo llevamos al hospital", contó su madre en ese momento.

Desde el principio los médicos le habían dicho que no había esperanzas y que su cuadro era irreversible, pero con el correr de los días los profesionales de la salud habían implementado un "lavado y aspirado bronquio alveolar" y el niño empezó a responder , lentamente, de manera favorable.

A pesar de las mejorías que Mauro experimentaba a diario, los médicos siempre remarcaban que se trataba de "un paciente crítico".

Ayer el Director del CePSI, Carlos Marrodan, dio una conferencia de prensa donde afirmó que el niño estaba con "muerte cerebral, cuadro irreversible", al tiempo que remarcaba la imposibilidad de su traslado".

Finalmente y luego de una larga lucha, Mauro murió esta mañana sumiendo a la provincia, que seguía día a día su caso, en una profunda congoja.

Con este caso se expuso la peligrosidad de la purpurina, compuesta por restos de metales pesados y los riesgos al ser manipuladas por niños.