Un niño de 4 años, que estaba al cuidado de una familia sustituta, murió en un hospital de Salta con signos de golpes y desnutrición, por lo cual la Justicia ordenó el arresto de sus tutores y el Gobierno separó de sus cargos a seis funcionarios que debían monitorear la tutela.

Thiago Quipildor falleció el último martes en el hospital materno infantil de Salta por una bronco-aspiración que sufrió mientras estaba internado con síntomas de desnutrición y violencia. El deceso del niño generó conmoción en Salta, donde familiares y vecinos del barrio Palermo II se movilizaron para pedir justicia, lo que derivó en el arresto de la pareja de docentes que tenía a su cargo el cuidado del nene y la reubicación de sus hermanos en otro hogar.

A su vez, la ministra de Derechos Humanos de la provincia, Marianela Cansino, dispuso cesantear a cinco funcionarios en forma temporal y separar a una empleada de la planta política del organismo al advertir que ‘hubo fallas en el control‘ sobre la conducta de los tutores.

El niño estaba en manos de una familia sustituta en un hogar de tránsito, aquellas que se hacen cargo de los infantes cuando por intervención judicial se considera que están en situación de vulnerabilidad, sea por abandono o por desidia de sus tutores. Esos cuidados que dispensan las familias en los hogares de tránsito deben ser monitoreados por el Ministerio de Derechos Humanos de la provincia. Tras el deceso, la directora de Niñez, Ivana Bruno, abandonó su cargo, lo cual se sumó a la cesantía de cinco miembros de la Secretaría de Igualdad de Oportunidades, que acusaron a Cansino de no proveer insumos para que ellos cumplan con su trabajo.