Magdalena. La fallecida Magdalena Leguizamón (izquierda) tenía 66 años y era afiliada a la obra social de los jubilados.


La mujer de 66 años a la que le amputaron la pierna sana en una clínica del partido bonaerense de Berazategui murió tras sufrir un paro cardiorrespiratorio en un sanatorio porteño, informaron ayer fuentes vinculadas a la investigación.

Ahora la Justicia espera los resultados de pericias para determinar si la muerte ocurrió por mala praxis y si imputa a los dos médicos investigados.

"Hasta que los peritos no se expidan, la carátula sigue siendo lesiones culposas. Una vez que concluya la autopsia y las pericias, veremos si tanto la muerte de la mujer como la amputación de la pierna son por mala praxis tal como dice la denuncia", dijo la fiscal de Berazategui Karina Santolín. Destacó que la clínica Nuevo Sanatorio Berazategui "acumula otras denuncias por supuestas mala praxis.

La mujer que falleció, Magdalena Leguizamón, se encontraba internada en la clínica CENI del partido bonaerense de Quilmes, a donde había sido derivada desde el Nuevo Sanatorio Berazategui donde sufrió la amputación de su pierna izquierda sana en lugar de la derecha que estaba afectada por diabetes.

Según las fuentes, la mujer se descompensó el martes al mediodía y se decidió su trasladó al hospital Güemes, ubicado en el barrio porteño de Almagro, donde a las 22.30 falleció por un paro cardiorrespiratorio.

La mujer era afiliada al PAMI, la obra social de los jubilados, y sufría de diabetes. Había sido sometida el 16 de julio en el Nuevo Sanatorio Berazategui a la extirpación de una parte del pie de la pierna donde sufría problemas, y luego los médicos indicaron que necesitaban amputar ese miembro a la altura de la rodilla en una segunda intervención. Cuando concluyó esa operación, su familia descubrió que había sido amputada la pierna sana.

Mayra, una de sus hijas, detalló que el cirujano que realizó la práctica era el mismo que había amputado el cuarto dedo del pie derecho unos días atrás. Tras la muerte, la carátula pasaría de "lesiones culposas" a "homicidio culposo", con el consecuente agravamiento de las penas, según los resultados que reporte la autopsia.

Los imputados son los médicos Rafael Rico, el cirujano que siguió el caso de la diabetes de Leguizamón; y Gonzalo Cardozo, el traumatólogo apuntado como responsable por la amputación. Si cambia la imputación, los médicos pasarían hasta 5 años de prisión, con inhabilitación de hasta los 10 años.  Télam