La pequeña Julieta Escurra, de tres años, quien se encontraba a la espera de un trasplante de corazón, murió en las últimas horas en el Hospital Garrahan, donde se encontraba internada.

El grave cuadro que padecía la niña había sido difundido por los padres del pequeño Renzo Antonelli, el niño correntino que recibió un nuevo corazón y continúa en recuperación en ese mismo centro de salud porteño.

La niña sufría una miocardiopatía dilatada y se encontraba en conectada a un corazón artificial desde hace varios meses. Su fallecimiento tuvo rápida repercusión en las redes sociales, especialmente en el grupo de Facebook ‘Un corazón para Julieta‘, a través del cual la familia venía pidiendo la donación del órgano.

La niña se agravó el sábado pasado, al generar un rechazo a la máquina a la que se encontraba conectada.

Su mamá ya había dicho que su ‘princesa está cansada, cansada de sufrir, cansada de esperar su oportunidad. Pido a todos que recen por ella, Juli no está bien. Su cuerpo rechaza la máquina. Quiero que vuelva a ser feliz, que cante y baile‘.