“Silencio de radio”. La frase se usaba en la Segunda Guerra Mundial para avisar entre colegas que era mejor no emitir ni en fonía ni en morse porque el enemigo podía estar escuchando, o descifrando. En el caso del PRO sanjuanino parece que ocurrió algo parecido. Alguien debió mandar a “Silencio de radio”, porque llama mucho la atención la pasividad de los amarillos tras el último yerro del Presidente, bien descripto en esta página y la anterior. Está bien que era difícil defender al mandatario en ésta, pero al menos pudieron haber emitido un comunicado aunque sea para quedar bien con algún cabezón de Buenos Aires, pero no. El presidente del PRO, Eduardo Cáceres, está desaparecido y su gente también. Con esa actitud se entiende el bajo nivel de aceptación que tiene el “presi” en San Juan.