Un niño de tres años que jugaba con sus compañeros en el tobogán de un jardín de infantes de la localidad santafesina de Rufino murió ahorcado al enredarse la cinta de un juguete que llevaba colgado en su cuello con un hierro que sobresalía de la estructura del tobogán.

El cuerpo del niño era velado en la tarde de ayer por sus familiares y amigos, luego de que a la mañana la primera autopsia determinó que falleció por asfixia, mientras la investigación de lo sucedido quedó a cargo del juez penal correccional de Rufino, Omar Guerra.

El hecho ocurrió ayer en el Jardín de Infantes provincial 116, situado en el centro de Rufino y el nene fue identificado como Jeremías Leonardo Castro.

Fuentes policiales dijeron que el niño tenía una cámara fotográfica infantil colgada en su cuello mediante una cinta de un metro de largo, de la que le sobresalía unos cincuenta centímetros.

Jeremías jugaba junto a sus compañeros "cuando la parte que sobresalía de la cinta quedó enganchada en un hierro, una punta en forma de "V", situada en la parte superior, por lo que cuando el chico se largó quedó colgando arriba del tobogán", precisaron las fuentes.

Inmediatamente fue socorrido por la maestra y luego por médicos que intentaron reanimarlo, pero el nene falleció antes de llegar al Sanatorio Modelo de Rufino.

La carátula provisoria de la causa es "averiguación de muerte", aunque "está claro que fue un accidente y que el único delito que se le podría imputar a la maestra que estaba a cargo del grupo es el de homicidio culposo", dijo la fuente policial.