María Inés Márquez, novia del albañil imputado por el crimen del niño Tomás Dameno Santillán, desdijo ayer a su pareja al revelar que el día en que fue perpetrado el asesinato no estuvo con él, mientras los investigadores analizaban objetos escolares de la víctima y la pala hallados en las últimas horas.

La situación de Adalberto Cuello, imputado y detenido por homicidio agravado, se complicaba aún más porque su novia se presentó en forma voluntaria ante el fiscal Javier Ochoaizpuro para aclararle que el día del crimen “no tuvo contacto” con el acusado.

“No tengo ninguna vinculación con esto”, aclaró Márquez a la prensa a la salida de la fiscalía de Junín, hasta donde viajó desde Lincoln para prestar declaración testimonial en el caso. La docente aseguró que el martes en que el niño fue asesinado a golpes en Lincoln hizo “las actividades normales de ese día”, sin cruzarse con su pareja.

“Me fui a trabajar y no tuve contacto con él”, afirmó, y ante los rumores sobre la publicación en internet de fotografías en la cuenta personal de Cuello a la hora del crimen, aclaró: “No paso mucho tiempo con la computadora”.

El abogado de la docente desacreditó la coartada de Cuello, quien le aseguró a la Justicia que había estado con su novia el día del crimen, y señaló que al chequear la cuenta de Facebook del imputado “a esa hora ella estaba en la escuela, por eso no pudo haber subido la foto” publicada al mediodía del martes. En este marco los investigadores determinaron que el imputado pudo haber tenido el tiempo suficiente como para matar al niño y regresar a su casa para cargar las fotos en su perfil en Facebook.

Según los peritajes, el tiempo que demora en todo el recorrido desde la salida del colegio de Tomás, el crimen en el lugar donde se encontró el cadáver y el regreso a la casa de Cuello es de sólo 14 minutos. Los detectives realizaron los recorridos posibles y determinaron que, yendo a una velocidad promedio de 40 kilómetros por hora, Cuello pudo haber demorado ocho minutos en ir del colegio de Tomás al campo donde apareció asesinado el niño y otros seis minutos de ese sitio a su propia casa. El dato es clave porque de esta manera y según los cálculos, a Cuello le sobró el tiempo para buscar a Tomás a las 12.10 del martes, asesinarlo y estar en su casa a las 12.53, cuando ingresó a su cuenta en Facebook para subir dos fotografías.

Por otra parte, fuentes de la investigación señalaron que a las pistas que sigue la Justicia se sumaron las pertenencias del niño que fueron hallados el domingo en cercanías del autódromo de Lincoln, junto a una pala. El guardapolvo y una mochila de los Power Rangers que pertenecían a Tomás fueron hallados en el autódromo de Lincoln, donde también fue encontrada una pala.

Esos objetos eran sometidos a pericias para determinar si podían arrojar más datos a la investigación, como huellas dactilares o restos genéticos. El jefe policial consultado aseguró que, en principio, todo hace suponer que esa pala pudo haber sido usada para aplicar el golpe mortal a Tomás.