"Dolores y esperanzas". Francisco recibió ayer en el Vaticano a más de 30 obispos argentinos, que le llevaron los "dolores y esperanzas de los hombres y mujeres del país".

El papa Francisco le expresó ayer a un grupo de 31 obispos argentinos que recibió en el Vaticano su "deseo" de visitar el país aunque, según los pastores, todavía "no hay indicios por el sí ni por el no" sobre un posible viaje del Pontífice para el 2020.

"El Papa expresó su deseo de visitarnos varias veces, pero la dificultad es de agenda", aseguró en diálogo con medios argentinos el arzobispo de Corrientes Andrés Stanovnik, tras la reunión de dos horas, en la que Francisco se manifestó dolido por la "polarización" existente en Argentina.

"No tenemos ningún indicio por sí ni por el no, solo sabemos que es muy difícil", agregó durante el encuentro con la prensa el arzobispo de La Plata, Víctor Manuel Fernández, consultado sobre un posible regreso de Jorge Bergoglio a su país natal el año próximo.

Según el arzobispo de Corrientes, la realidad política del país "no salió como tema, sino que lo planteó algún obispo refiriéndose a la realidad de su propia diócesis, pero no tomó estado público en la reunión con el Papa".

En ese marco, según Fernández, el pontífice escuchó de algunos obispos la "preocupación por la existencia de cierta tensión social" en Argentina. "Hay ya una polarización en Argentina, y en el caso de la discusión por el aborto por ejemplo se afirmó más aún. El Papa mencionó que le duele eso porque hace que haya jóvenes reticentes a escucharnos después de este período de tanta discusión", planteó el arzobispo de la capital bonaerense.

El pontífice se reunió ayer durante dos horas en el Palacio Apostólico del Vaticano con 31 obispos del primer grupo de los más de 100 pastores que -entre abril y mayo- realizarán la visita "ad limina" al Vaticano para recorrer los principales organismos de la Santa Sede.

En ese marco, Fernández recordó que los obispos ya han invitado "muchas veces" al pontífice a visitar el país, aunque "tenemos que asumir que él en Argentina ya dio mucho". "Él ve que hay problemas en distintas partes del mundo", agregó Fernández.

Establecida en el Código de Derecho Canónico, la llamada visita "ad limina apostolorum" es realizada por todos los obispos del mundo cada cinco años para dar cuenta del estado de sus diócesis. La última vez que los miembros de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) habían hecho la visita "ad limina" fue en 2009, cuando el Papa era Benedicto XVI y el entonces cardenal Jorge Bergoglio presidía el Episcopado argentino.

"El 90% de los temas fueron de orden pastoral" durante la reunión, "como el tema de los jóvenes", agregó Stanovnik, que actuó de vocero de los obispos de las regiones litoral, platense y noroeste. "El Papa insistió en varias ocasiones sobre el tema de la educación", planteó el arzobispo. "Habló también de la cercanía con nuestra gente", agregó Stanovnik.

En este primer grupo de 31 obispos también se encuentran los arzobispos Carlos Azpiroz Costa, de Bahía Blanca; Juan Puiggari, de Paraná; Eduardo Martín, de Rosario; Sergio Fenoy, de Santa Fe y Ramón Dus, de Resistencia. 

El primer grupo de obispos argentinos concluirá su visita al Vaticano el sábado, y a continuación llegará otro grupo, integrado por 29 pastores, encabezado por el presidente de la CEA, Oscar Ojea, que verán al Papa el viernes 10. Télam