El Gobierno nacional oficializó ayer la designación de María Fernanda Silva como embajadora ante la Santa Sede, con la publicación del decreto 246 en el Boletín Oficial.

Descendiente de la diáspora caboverdeana y diplomática de carrera, María Fernanda Silva es la primera mujer afrodescendiente en ingresar al servicio exterior de la Nación, que viene trabajando para la reconstrucción de la memoria y la deconstrucción del racismo institucional en el país.

"Cuando el enfoque es derechos humanos, cada paso que da una minoría avanza la sociedad completa", dijo alguna vez Silva. "María Fernanda es negra y piensa como negra"; así es la caracterización que la comunidad afroargentina hace de Silva, una diplomática con militancia en las vertientes populares del catolicismo y en la defensa de los derechos de los migrantes, causa abrazada por el papa Francisco desde que inició su Pontificado.

Silva tiene un fuerte vínculo con el activismo negro argentino. "Hemos extranjerizado la esclavización en la Argentina", remarcó la diplomática, en el 2012, en una entrevista con Eduardo Valdes, a quien acompañó cuando el actual diputado fue embajador ante el Vaticano para denunciar la invisibilización de la presencia negra en el país. Silva será la primera mujer en ocupar la jefatura de la embajada argentina ante el Vaticano.