En medio de la incertidumbre sobre si el ciclo lectivo 2021 arrancará con los chicos dentro de las aulas o vía remota como en 2020, la oposición, que es minoría en el Congreso, hará un intento para asegurar la vuelta de la presencialidad en las escuelas: Senadores del interbloque de Juntos por el Cambio presentaron ayer un proyecto de Ley para declarar a la educación como "servicio público esencial" en el contexto de la pandemia de coronavirus Covid-19 y la discusión entre autoridades nacionales y gremios docentes por el comienzo de las clases.

El proyecto argumenta que el "ciclo de escolaridad obligatoria" es un "derecho humano fundamental".

La iniciativa lleva la firma, entre otros, de los senadores de Laura Rodríguez Machado, Mario Fiad, Stella Maris Olalla y Pablo Blanco, quien afirmó que la pandemia "ha dejado a la luz una verdadera tragedia educativa".

Esta iniciativa quizá tenga pocas chances de ser aprobada en el Congreso porque el Frente de Todos tiene mayoría propia en el Senado y en Diputados cuenta con aliados que le garantizan los votos para aprobar o rechazar un proyecto. Sin embargo, abre un debate a nivel político que ya atraviesa a los gremios docentes que no quieren empezar las clases presenciales y la sociedad, donde muchas organizaciones no gubernamentales y padres agrupados, o en soledad, reclaman la vuelta a clases presenciales.

La presentación del proyecto de Juntos para el Cambio se hizo también al mismo tiempo en que representantes del Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires y de los sindicatos docentes del distrito mantuvieron una primera reunión sobre el inicio de clases, en la que el Gobierno porteño ratificó que quieren empezar el 17 de febrero y los sindicatos docentes pidieron garantías sanitarias para volver a las aulas ante la pandemia.

En este sentido, la secretaria gremial de CTERA, Alejandra Bonato, aseguró que "el nivel de circulación dentro de una escuela es tan alto que podría compararse a una fiesta clandestina". El alto riesgo de contagio es el principal argumento de los gremios docentes para resistirse a la presencialidad.

Pero un informe internacional elaborado por Unicef asegura que estar en las aulas no aumenta el riesgo ni para los maestros ni para los alumnos.

El documento que se elaboró con el aporte también de expertos de otras agencias de las ONU, como la Unesco y la OMS, y se difundió el 10 de diciembre. En él, se revisó la evidencia científica acumulada hasta hoy sobre la educación presencial y la transmisión del Covid-19 en la comunidad, y determinaron que no hay más riesgo con las aulas abiertas que con las aulas cerradas.

"La educación presencial no parece ser el principal promotor de los incrementos de la infección, los estudiantes no parecen estar expuestos a mayores riesgos de infección en comparación con el hecho de no asistir a la escuela cuando se aplican medidas de mitigación, y el personal escolar tampoco parece estar expuesto a mayores riesgos relativos en comparación con la población general", concluye Unicef. En San Juan, el gobernador Uñac ratificó esta semana que el inicio de clases 2021 "será presencial."