Donde todo empezó. Todo se originó el 3 de noviembre durante el festejo de un cumpleaños de 15 en este salón de fiestas, hasta donde llegó como invitado un peón que había trabajado en un galpón cerrado y allí contrajo el virus.

La Justicia de la localidad chubutense de Esquel hizo lugar ayer al pedido de las autoridades sanitarias de la provincia patagónica y ordenó el aislamiento, durante 30 días, de los afectados por el brote de hantavirus que se ha cobrado nueve vidas y mantiene en vilo la zona con 28 contagios. También se postergó sin fecha el inicio del ciclo lectivo que en esta zona patagónica arranca en enero.

El juez Martín Zacchino dio curso a una petición realizada por el ministro de Salud de Chubut, Adrián Pizzi, que solicitó a la Justicia imponer medidas legales para asegurar el aislamiento respiratorio selectivo y evitar la propagación del virus.

El aislamiento respiratorio selectivo de los 85 vecinos afectados, consiste en que permanezcan en sus domicilios, sin recibir visitas, durante treinta días de forma obligatoria. La medida también contemplará que los Ministerios de Salud, Gobierno y Familia provinciales cubran las necesidades alimentarias sociales que se generen a través de este aislamiento.

Quienes violen las medidas sanitarias para evitar la propagación se pueden enfrentar a una pena de entre 6 meses y 2 años de prisión.

"Debido a que existen personas que se niegan a respetarla (la orden de aislamiento) y otras que la incumplen, pedimos la intervención de la Justicia", explicó el ministro.

Desde que se detectó este brote el 3 de diciembre durante una fiesta de 15 años, se han registrado nueve muertes. El titular de sanidad de Chubut remarcó que se trata de una enfermedad de "alta letalidad" y añadió que la única posibilidad que tienen de anticiparse es "cortar las cadenas de transmisión del brote".

El hantavirus se transmite por el contacto con la orina, saliva y excrementos de roedores infectados con dicho virus. Para la transmisión entre personas, se necesita un contacto estrecho con los enfermos en el período inicial del cuadro febril, que va de las primeras 48 a 72 horas.

Los síntomas de este virus son fiebre, dolores musculares, escalofríos, dolores de cabeza, náuseas, vómitos, dolor abdominal, diarrea y en etapas avanzadas dificultad respiratoria.

El gobierno municipal de Epuyén, localidad de unos dos mil habitantes donde surgió el brote, suspendió todas las actividades grupales en espacios cerrados municipales como el gimnasio o las iglesias durante cuarenta días, el tiempo que tarda el virus en mostrar su evolución y síntomas. Hasta se prohibieron los velatorios. Asimismo, redujeron las jornadas de trabajo a cuatro horas diarias, recomendaron a los negocios que no atiendan a más de dos personas a la vez en sus locales y fomentaron el uso de mascarillas, entre otras medidas preventivas.

Tampoco arrancan la clases

La lucha para prevenir nuevos contagios y la expansión del brote, el Ministerio de Educación de Chubut informó que por la situación sanitaria existente en la región cordillerana decidió retrasar hasta nuevo aviso el inicio del ciclo lectivo 2019, previsto para el 21 de enero.

La decisión fue tomada por el Gobierno provincial como medida preventiva y afectaría a las escuelas con período especial situadas en las regiones I (Las Golondrinas) y III (Esquel).

El ciclo lectivo en escuelas de periodo especial que debían abrirse el lunes 14 de enero para los docentes y el día 21 de enero para los alumnos, permanecerán sin actividad hasta nuevo aviso.


CTA pide subsidios
 

La CTA pidió al intendente de Epuyén, Antonio Reato, compensaciones económicas y laborales para los contagiados por hantavirus y para los comerciantes, empleados y cuentapropistas vinculados al negocio del turismo por caída de visitantes. Pide un subsidio, por única vez, de $50.000 para las familias afectadas.

Una pastilla acelerará la recuperación

El martes próximo especialistas del Instituto Malbrán comenzarán a entregar una nueva pastilla en pacientes infectados con hantavirus y que se encuentran internados en los hospitales de Epuyén y Esquel, en Chubut. El nuevo medicamento fue desarrollado por el mismo departamento de infectología que trabaja en vacunas contra la fiebre amarilla, informó el intendente de Epuyén, Antonio Reato. La pastilla puede ayudar a acelerar la recuperación de los contagiados que ya se encuentran bajo observación o en salas de terapias intermedias en los centros de Salud. En tanto, los vecinos de la localidad chubutense de Epuyén le pidieron al gobierno provincial que los pacientes internados por hantavirus sean tratados con una máquina de bypass cardiopulmonar que logra reducir en 25 % la mortalidad.

Diálogos a distancia y duro encierro

A medida que pasan las horas la ciudad de Esquel se va cerrando sobre sí misma como un puño. Se ha vuelto natural mantener diálogos a varios metros de distancia y con el cuerpo inclinado hacia atrás incluso entre aquellos que usan barbijo. Los cerca de 4.000 habitantes de la localidad están condenados a la inmovilidad y a una rutina que tendrá que resolverse entre las paredes de su hogar. "Nos vamos a volver locos allá dentro, deprimidos, mal, encerrados", dice Juan un joven del lugar.

Por otro lado, una fuente policial indicó que hoy serán enviados alrededor de 50 efectivos hacia el pueblo para realizar diversas labores de ordenamiento y control de vehículos. Al menos 5 policías se habrían negado a aceptar la orden de movilizarse hasta el epicentro del brote por miedo a contagiar a sus familias.