El juez federal Sebastián Casanello, que tiene en su poder una de las dos causas penales abiertas tras el derrame de cianuro en la mina Veladero, ordenó medidas de prueba que por primera vez no serán realizadas por el Gobierno provincial o algún ente vinculado, informó ayer la prensa digital.

A su vez, el juez dispuso que las autoridades ‘provean de inmediato agua potable y alimentos no contaminados‘ en la zona. También harán análisis de sangre a los vecinos para comprobar la presencia de metales pesados, informó el sitio digital infobae.com.

En una resolución a la que ese medio y otros tuvieron acceso, el magistrado exhortó ‘a las autoridades nacionales y provinciales para que provean de inmediato agua potable y alimentos no contaminados a toda la población que pudo haberse visto afectada por el derrame de cianuro‘.

Además, ordenó que la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires realice un estudio sobre la población de las localidades de Jáchal e Iglesia para determinar si existió algún tipo de repercusión en su salud. Para ello, se extraerán muestras de sangre y orina de las presuntas víctimas y se realizarán entrevistas para saber si hay síntomas vinculados al consumo de cianuro y otros metales pesados.

Esta decisión está íntimamente relacionada con un estudio de sangre realizado en un niño de 5 años que presentaba algunos síntomas y en el que se detectó arsénico en el cuerpo del menor. Según explicó a Infobae el abogado Diego Seguí, que representa a uno de los denunciantes en San Juan, ahora se mandó a estudiar sangre, orina y cabellos de sus familiares, y los resultados estarán el martes.

Casanello también convocó al prestigioso hidrogeólogo estadounidense Robert Morán, quien fuera el perito oficial contratado por la Comunidad Económica Europea en el caso de derrame de cianuro en Baia Maree, en Rumania, para prestar su testimonio en la causa.

Por último, el juez solicitó a la Universidad Nacional de Cuyo que, de manera urgente, realice un estudio de las aguas subterráneas de Iglesia y Jáchal, puesto que los vecinos temen que el cianuro se haya filtrado a las napas. Y pidió un análisis del suelo y de distintas especies vegetales y animales, para intentar determinar la presencia de cianuro y metales pesados. Los trabajos sedimentarios son mucho más profundos y precisos que los del agua. La decisión de Casanello llegó después de que el lunes se reuniera con representantes de la asamblea ‘Jáchal no se toca‘.