El ex arzobispo de Santa Fe, Edgardo Storni, fue condenado por una jueza provincial a ocho años de prisión por abuso sexual agravado contra un seminarista, delito perpetrado en 1993, aunque el religioso no irá a la cárcel sino que cumplirá arresto domiciliario por su edad avanzada.

El abogado de Storni, Eduardo Jauchen, confirmó ayer que la condena fue dictada el miércoles por la jueza María Amalia Mascheroni en la causa por la denuncia del ex seminarista Rubén Descalzo. El letrado explicó que la jueza le impuso a su cliente "la pena mínima por abuso sexual agravado por la condición de autor". "En este caso se trataba de un sacerdote que estaba a la guarda" del arzobispado que dirigía Storni, sostuvo el abogado, al considerar que por eso el delito fue calificado de "agravado por el vínculo".

El caso Storni se hizo público en 1994, cuando por orden del Vaticano el actual arzobispo de Mendoza, José María Arancibia, investigó denuncias de jóvenes seminaristas sobre abusos sexuales en el Seminario santafesino y retiros espirituales en Calamuchita, Córdoba.

Los testimonios de varios seminaristas coincidieron con los de sacerdotes que entregaron copias de cartas remitidas al arzobispo, advirtiendo de la gravedad de la conducta de Storni.

Storni fue procesado a principios de 2003 por el juez de Giovanini por presunto abuso sexual en perjuicio de un ex seminarista, que había denunciado el hecho en 1993. Pero en la misma resolución, el magistrado desestimó otras dos denuncias contra el religioso al considerar que el tiempo transcurrido superaba el establecido para analizar la causa.