El obispo de San Isidro, monseñor Oscar Ojea, fue reelegido ayer por sus pares para continuar en la presidencia de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) para el período comprendido entre 2021 y 2024.

Casi un centenar de obispos reunidos en asamblea plenaria en Pilar eligió ayer por la tarde las nuevas autoridades del Episcopado para los próximos tres años, informó la oficina de prensa de la CEA.

Acompañarán a Ojea en la conducción del organismo el arzobispo de Mendoza, monseñor Marcelo Colombo, que pasa de la vicepresidencia segunda a la primera. En tanto, como vicepresidente segundo fue elegido monseñor Carlos Azpiroz Costa, arzobispo de Bahía Blanca; y como secretario general monseñor Alberto Bochatey, obispo auxiliar de La Plata.

La asamblea plenaria, presidida por el obispo de San Isidro, se encuentra reunida en forma presencial desde el lunes pasado y hasta el viernes en la casa de retiros El Cenáculo de Pilar, luego de que fuera suspendida el año pasado debido a las restricciones impuestas por la pandemia de coronavirus.

De esta manera, con la reelección de monseñor Ojea, de estrecha relación con el papa Francisco, el Episcopado refuerza su perfil social y cercanía con los sectores más vulnerables, así como el camino del diálogo social y político con las distintas dirigencias del país.

A fines de setiembre, el papa Francisco rechazó momentáneamente la renuncia presentada por el obispo de San Isidro, tras cumplir 75 años -la edad establecida por las normas canónicas para que los prelados presenten su renuncia a la Santa Sede- y lo ratificó en su cargo en esa diócesis, lo que fue entendido como un aval del pontífice argentino hacia el rol de Ojea dentro de la Iglesia argentina.

Participan de la asamblea 98 obispos de todo el país en condición de elegir autoridades y además son invitados sin derecho a voto arzobispos y obispos eméritos y el nuncio apostólico en la Argentina, monseñor Miroslaw Adamczyk. En la votación de ayer, resultó reelecto como titular de la comisión de Pastoral, el obispo de Lomas de Zamora, monseñor Jorge Lugones, de habitual diálogo con la dirigencia política, empresaria y gremial. También el obispo de Quilmes, Carlos Tissera resultó reelegido.