El primer matrimonio entre homosexuales en Latinoamérica comenzará a tomar forma hoy, cuando dos hombres argentinos vayan a un Registro Civil porteño a pedir un turno para casarse.

El jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, ya respaldó el fallo de la jueza Gabriela Seijas, quien declaró "inconstitucional" el impedimento para que dos personas del mismo sexo puedan casarse, en respuesta a una demanda presentada en abril pasado por Alejandro Freyre y José María Di Bello, de 39 y 41 años, respectivamente. La prensa nacional deslizó que el casamiento de ambos sería el 1 de diciembre.

La decisión judicial se conoció en momentos en que dos comisiones del Parlamento argentino debaten un proyecto de ley que habilita el matrimonio entre personas del mismo sexo.

La discusión se trabó el martes pasado, cuando se debió levantar por falta de quórum la tercera sesión de esas comisiones de diputados, la de Legislación General y la de Familia, Niñez y Adolescencia.

Estos proyectos pretenden modificar el artículo 172 del Código Civil para sustituir los términos "hombre y mujer" por "contrayentes". No obstante, la titular de la comisión de Legislación General, Vilma Ibarra, se comprometió a convocar otra sesión para esta semana.

Si bien lo resuelto la semana pasada se aplica a este caso concreto, la sentencia fija un precedente histórico que seguramente se multiplicará ante similares planteos.

Así, dos personas del mismo sexo podrían casarse y acceder a derechos como pensión, obra social y herencia. Y también a derechos y obligaciones por hijos adoptados en caso de separación.

Si bien por el momento Alejandro Freyre y José María Di Bello no piensan en adoptar niños, si tomaran la decisión de hacerlo deberían comenzar una nueva batalla judicial.

El abogado especialista en derecho civil de familia, Alberto Gowland, explicó que "teóricamente, sí podrían adoptar, pero creo que esto se inscribirá como una nueva causa y seguramente, llegado el caso, habría resistencia del defensor de menores. Para la ley de adopción, es indispensable el matrimonio contraído entre varón y mujer".

En la actualidad, las parejas del mismo sexo únicamente pueden obtener la unión civil en cuatro ciudades argentinas, incluida la de Buenos Aires. Pese a esto, los homosexuales argentinos no están totalmente satisfechos ya que, en su opinión, la unión civil es una figura jurídica no equiparable al matrimonio.

Por caso, la unión civil en la ciudad de Buenos Aires permite que homosexuales que sean empleados públicos incorporen a su pareja a la obra social, reciban una pensión en caso de muerte del otro integrante, soliciten vacaciones en el mismo período, pidan créditos bancarios conjuntos y obtengan licencias en caso de enfermedad del otro integrante.

Pero, a diferencia del matrimonio, la pareja conformada a partir de la unión civil no puede adoptar hijos o heredarse mutuamente en caso de muerte del compañero ni tiene obligación de pasar alimentos. Y tampoco se ve afectada la situación patrimonial de los contrayentes: en caso de una separación, no hay división de bienes como sucede tras un divorcio.