El presidente Alberto Fernández calificó ayer de "tóxico" el préstamo otorgado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) a Argentina durante el gobierno de Mauricio Macri y sostuvo que esa administración aplicó un "deudicidio" en el país.

Al hablar de manera virtual ante la 76 Asamblea General Ordinaria de Naciones Unidas, Fernández sostuvo que el país fue "sometido" a un "endeudamiento tóxico e irresponsable con el FMI" que implicó un "deudicidio".

El primer mandatario expuso que "los recursos aprobados por el FMI a la Argentina en esta deuda insostenible fueron de 57 mil millones de dólares, el equivalente a todo lo que el organismo desembolsó en los años de la pandemia con destino a 85 países del mundo".

"Gran parte de esos recursos han sido fugados del país por una apertura irresponsable de la cuenta de capital", dijo y consideró que "resulta clave rescatar los principios de sostenibilidad de la deuda que se han debatido y acordado en la ONU (Organización de las Naciones Unidas)".

También señaló que "la crisis originada por covid-19 es también una crisis de derechos humanos" porque "la pandemia ha agudizado la violencia contra las mujeres".

En otro punto de su discurso, el mandatario formuló un pedido a la comunidad internacional para avanzar en la investigación del atentado a la sede de la AMIA.

Asimismo, reiteró el reclamo de la Argentina por "sus derechos de soberanía legítimos e imprescriptibles, sobre las Islas Malvinas".