Puertas adentro. El ministro Lacunza explicó y evaluó las medidas de control cambiario y de capitales en la reunión de Gabinete que encabezó Mauricio Macri.

El ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, dijo ayer que las últimas medidas económicas fueron "informadas o compartidas en un diálogo institucional" con la oposición, pero que "no hay un cogobierno" con nadie y agregó que la campaña no debe ser excusa para "poner en riesgo la estabilidad". Al tiempo que volvió a garantizar la libre disponibilidad de los depósitos de los ahorristas que ayer hicieron colas en los bancos de la city porteña para extraerlos. 

"Los argentinos pueden hacer lo que quieran con lo que ya tienen en los bancos, en su casa, en el exterior, eso es intocable e incuestionable", aseveró Lacunza.

En una rueda de prensa con periodistas acreditados en la Casa Rosada luego de la reunión de Gabinete que encabezó el presidente Mauricio Macri, el funcionario agregó que el mandatario dio "instrucción de cuidar las reservas" para que la situación no afecte (vía inflación) a "los más vulnerables" ni a los ahorristas.

Lacunza sostuvo que las medidas difundidas el domingo no fueron consensuadas sino "informadas o compartidas en un diálogo institucional" con la oposición. En esa línea aseguró que integra un "gobierno que está a cargo" y que "no hay un cogobierno". Pero sí "una relación de respeto, dado que después de las PASO representan una porción de la sociedad y no estoy hablando solo del Frente de Todos, sino de Consenso 2030 y de Despertar, entre otras fuerzas", agregó. Además el titular del Palacio de Hacienda apuntó que "todas las ideas son bienvenidas" porque "nadie es el dueño de la verdad" y sostuvo que si bien "hay una campaña electoral por delante, eso no es excusa para poner en riesgo la estabilidad".

Sobre por qué se tomaron medidas de restricción cambiaria, dijo que fue "una decisión de todo el equipo de gobierno" debido a que el país "había perdido el crédito voluntario después de las PASO".

Lacunza sostuvo que "esto no es un juicio de valor, sino un hecho concreto ya que el riesgo país se duplicó el 12 de agosto y las renovaciones de deudas que hicimos fueron de mucho menor cantidad". Señaló que "frente a esa estrechez de recursos", el Presidente le dio la "instrucción de cuidar esas reservas para los más vulnerables porque si sube el tipo de cambio se traslada a la inflación y hay más pobreza". Y agregó que la otra premisa fue "que estuvieran privilegiadas aquellas (reservas) que respaldan los ahorros de los argentinos". "Con esos dos objetivos innegociables, se extendieron los vencimientos de deuda de corto plazo la semana pasada y vamos a discutir en el Congreso un proyecto de ley para las de mediano plazo, para despejar el horizonte de los próximos cuatro años", aseveró.

En cuanto a las "medidas de control de capitales", sostuvo que lo que se hace "es preservar esas reservas poniendo límites a la eventual dolarización, pero con absoluta libertad de disponibilidad del patrimonio de los argentinos". "Eso es intocable", enfatizó. Asimismo, Lacunza repitió que está "convencido de que es lo mejor" en este momento, pese a que opinó que "son medidas incómodas y de emergencia", aunque "necesarias para evitar males mayores, es decir que no aumente la pobreza". "Creemos que estas medida van a funcionar", insistió Lacunza, que no prometió ningún valor del dólar sino que evaluó que "va a ser estable en este rango de precio" ya que "es suficientemente alto y tiene colchón". Respecto del desembolso del último tramo del crédito del FMI, por US$ 5.400 millones, aclaró que el país "cumplió con todos los requerimientos y los compromisos fiscales y monetarios, tanto cuantitativos como cualitativos". En esa línea, especificó que "todavía no hay una fecha perentoria al respecto así que no hay que tener ansiedad". Pero dejó claro que "cualquier desembolso no puede ocurrir antes del 15 de septiembre, ya que esos son los plazos estipulados".