A esta altura del año electoral en que las encuestas, sondeos y consultas variopintas están a la orden del día, Giacobbe & Asociados salió, como viene haciendo desde hace seis años, a medir a quiénes consideran los argentinos como las personas más honestas.

Como ocurre con cualquier medición, el resultado final deja espacio a la polémica o el rechazo, ya sea por la ubicación, el perfil del votado o simplemente porque se obviaron nombres significativos e incluyeron otros que hacen "ruido". La arbitrariedad tiñe cada uno de los puestos de este ránking que no por bienintencionado es menos discutible.

Por ejemplo, que Manuel Belgrano ocupe el 5º lugar y Carrió el primero, o que el Papa Francisco esté detrás de Jorge Lanata y de Cristina Fernández de Kirchner, René Favaloro por debajo de María Eugenia Vidal, Facundo Manes en el puesto 20 y su admirado Domingo F. Sarmiento en el 26, superado entre otros por el mendocino Abel Albino, que ocupa el 23º, son algunos de esos casos llamativos y, por qué no, controvertidos.

Domingo Faustino Sarmiento

Juan Domingo Perón  aparece en el puesto 49º, Marcelo Tinelli (53º) y Jorge Luis Borges (57º). Máximo Kirchner ocupa el puesto 55 por encima del Papa Juan Pablo II (61º), el Che Guevara (63º) y Ricardo Balbín (67).

Arturo Illia

Paradójicamente, al que no le fue nada bien en el sondeo de la honestidad fue ni más ni menos que a Dios. De un total de 100 puestos, figura en el lugar 68 con apenas 43 votos.

Entre los que no estuvieron en el 2016 y aparecen ahora se cuentan el fiscal Alberto Nisman, Víctor Hugo Morales, Ricardo Alfonsín, Hebe de Bonafini, Máximo Kirchner y Carolina Stanley, entre unos cuantos más.

En la selección final, la mayoría de los honestos elegidos son argentinos (89) y foráneos solamente 9. Según el género, hubo más hombres que mujeres entre los considerados: 74 a 24.

De los votados, hubo más vivos que muertos: 67 a 31. En el primer rubro, encabezan la lista políticos y periodistas. Mientras que entre los finados lideran los políticos y los presidentes.

¿Honesto o influyentes?

Jorge Giacobbe, director de Giacobbe & Asociados, pasa en limpio el sondeo realizado: "Luego de las elecciones presidenciales, el Ranking de Honestos por primera vez en la historia se asemeja al Ranking de Influyentes que realizamos hace 22. Año tras año, los influyentes han sido el poder real, y los honestos han sido aquellos que están lejos -o muertos-, o bien, quienes le ladran al poder desde una tribuna diferente".

"Este año de elecciones legislativas y bisagras simbólicas -explica- la política se metió en el ranking como nunca antes, y todos los candidatos subieron de puestos, impulsados seguramente por los deseos de sus propios votantes de ver lo que necesitan ver".

Las mujeres son las que más crecieron este año. Lilita Carrió subió un solo puesto, pero le alcanzó para llegar a la cima, y María Eugenia Vidal se metió entre los diez primeros (13° al 2°) respecto del 2016. Graciela Ocaña trepó del puesto 15° al 9°.

De la oposición, Cristina Fernández y algunas figuras del kirchnerismo también experimentaron un fuerte crecimiento: la expresidenta subió del 32° al 13°, en tanto que Axel Kicillof y Néstor Kirchner escalaron unos 40 puestos cada uno.

Para Giacobbe, la baja de Margarita Stolbizer puede obedecer a que le estén facturando su alianza con Sergio Massa más que evaluarla de acuerdo con sus méritos personales. Lo cierto es que la líder del GEN cayó 4 puestos.

"Ambos bandos de 'la grieta' sostienen apasionadamente que los propios son buenos y honestos, y que los ajenos son malos y corruptos. Este trabajo busca devolverle a la sociedad una imagen de espejo respecto de cuán certera o confusa nos resulta la idea de la honestidad. Y, sobre todo, de cómo la podemos distorsionar en función de los climas políticos", concluye el ideólogo del singular ranking.