Los policías de Santa Fe que dejaron de cumplir funciones en reclamo de aumentos salariales profundizaron ayer el conflicto, al rechazar una nueva propuesta del Gobierno, por lo que el mandatario Antonio Bonfatti admitió que ese accionar ‘deja sin resguardo la vida de las personas y los bienes‘ en la provincia.
Miembros del Gabinete provincial mantuvieron reuniones para destrabar la situación, que desde el fin de semana recortó a una mínima expresión el patrullaje de calles y la atención de comisarías en las ciudades y localidades más importantes.
Bonfatti dijo que la nueva propuesta, la tercera desde el sábado, elevaría en enero el sueldo básico para el policía que se inicia a 8100 pesos. ‘La nueva propuesta vuelve a insistir con los 1.500 pesos de bono de fin de año, en la propuesta anterior había 1500 pesos para uniformes, que vamos a elevar a 2.500 pesos, 500 pesos para diciembre y 2000 para enero‘, enumeró el mandatario. A lo que el abogado César Rojas, patrocinante de los policías, dijo que los policías no aceptaron la propuesta porque ‘el gobierno insistía en elevar cifras no remunerativas, que no forman parte de sus sueldos.
En horas de la noche, al cierre de esta edición, representantes de la policía asistirían a una reunión entre las autoridades de la provincia para tratar de destrabar el conflicto.
Ante este panorama las entidades bancarias de Santa Fe decidieron no abrir sus puertas. Por eso se temía que, como no circulaban los camiones de caudales, la provisión de dinero en cajeros automáticos se resintiera con el paso de las horas. Asimismo, los supermercados decidieron cerrar sus puertas en la capital, donde durante el fin de semana se registraron algunos episodios delictivos que generaron inquietud entre los comerciantes. En cambio, los comercios atendieron normalmente en Rosario, donde se concentraba el grueso de los gendarmes enviados por la Nación. Por la noche, las estaciones de servicio cerraron sus puertas ya que no contarían con seguridad.

