Noah Mamet, nominado por la Casa Blanca para ser el próximo embajador estadounidense en Argentina, superó ayer una instancia clave al recibir la aprobación a su candidatura por parte del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara Alta.

Mamet resultó aprobado en una votación en bloque donde fueron consideradas otras diez nominaciones y a pesar de los dictámenes negativos por parte de los senadores republicanos, John Barrasso (Wyoming), James Risch (Idaho) y Marco Rubio (Florida).

Incluso el senador demócrata Robert Menéndez, quien había sido incisivo con sus preguntas el día de la audiencia de nominación de Mamet, a comienzos de de febrero, votó a favor de nombrar al candidato del presidente, Barack Obama para ocupar la representación en Buenos Aires.

El dictamen pasará ahora al pleno del senado para su consideración habiendo superado ya la etapa que era considerada más difícil, debido al público desacuerdo manifestado por el senador Marco Rubio, así como también por las demoras que venían teniendo varias otras nominaciones.

Mamet, fue uno de los principales recaudadores de fondos para la campaña de reelección de Barack Obama en el año 2012 y antes había contribuido para reconocidos demócratas como el expresidente, Bill Clinton, y su mujer, y ex secretaria de Estado, Hillary Clinton.

De origen californiano, Mamet es el fundador y actual presidente de Noah Mamet & Associates, una compañía dedicada a la consultoría política y de negocios en la ciudad de Los Angeles y es miembro del Consejo del Pacífico en Política Internacional y del Consejo Estadounidense de Jóvenes Líderes Políticos.

Quienes lo apoyan, reconocen su diálogo fluido que tiene con Obama, ya que juegan al golf juntos al menos tres veces por mes. Quienes lo critican, aseguran que no habla español y que nunca conoció Argentina.